El Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León emprendía ayer los trabajos de restauración forestal e hidrológica de las casi 2.000 hectáreas de terreno calcinadas por el incendio declarado en Lober el pasado 15 de agosto, que afectó a tres municipios diferentes.

La empresa pública Tragsa será la que ejecute las actuaciones bajo supervisión de los técnicos de la Administración autonómica. Estas se centrarán en evitar la erosión del terreno, recuperar los hábitats, facilitar puntos de agua que sirvan también como abrevadero para el ganado, control de plagas y mejora y recuperación de pastizales, ya que los ganaderos de extensivo son los mayores damnificados por este siniestro. Por eso, la Junta de Castilla y León abrirá corredores para que los pastores puedan llevar el ganado a aquellos pocos pastizales que no se quemaron y aún siguen verdes, y por otro lado estudiará acortar la prohibición del aprovechamiento de los pastos afectados por el incendio –la ley de montes suspende automáticamente el aprovechamiento cinegético y de pastos después de cualquier incendio–. Además, Tragsa también mejorará algunos caminos agrícolas y forestales que serán utilizados durante la ejecución de las obras.

Los ayuntamientos deberán ceder los terrenos públicos para que los operarios puedan entrar a llevar a cabo esa labor de recuperación, y también actuarán como interlocutores con los propietarios de aquellas parcelas privadas en las que también sea necesario intervenir. Por este motivo, la delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Clara San Damián, mantenía ayer una reunión de trabajo con los representantes municipales de estos ayuntamientos, que se celebró en el consistorio de Gallegos del Río , el municipio al que pertenece Lober. En el encuentro estuvieron presentes los alcaldes de Gallegos del Río, Samir de los Caños y Vegalatrave, un concejal de Losacio, así como el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente, Manuel Moreno, y los técnicos de dicho departamento que se encargarán de dirigir las obras.

San Damián manifestaba en el transcurso de la reunión que “los efectos de un incendio de tanta extensión como este de Lober, 1.934,44 ha., sobre los componentes más sensibles del medio son difícilmente cuantificables y se agravan si consideramos que tras meses de fuerte sequía y con un fuerte viento, provocaron combustiones de alta intensidad, produciendo efectos literalmente arrasadores tanto en la cubierta vegetal como en las capas superficiales del suelo y por eso, después del estudio por parte de los técnicos medioambientales se barajan diversas actuaciones encaminadas a la restauración y mejora hidrológica-forestal”. La delegada territorial señalaba que “los trabajos que se van a realizar se refieren a recuperación de riberas y puntos de agua; actuaciones en pistas, accesos y obras de drenaje; tratamientos sobre la vegetación; obras de protección y consolidación de suelos; recuperación de hábitats de especies afectadas y señalización en la zona”.

Por su parte, los alcaldes de los cuatro municipios afectados deberán realizar las gestiones oportunas para ceder los terrenos con el fin de poder ejecutar dichas actuaciones.