Corrales del Vino toma medidas para protegerse del brote de COVID-19 que afecta al municipio. Aunque por el momento Sanidad descarta tomar medidas restrictivas en esta Zona Básica de Salud debido a que el brote se circunscribía –hasta el jueves– a la residencia de mayores de Corrales, según informaba la consejera Verónica Casado, el virus ha saltado del centro a la población de la zona, y ayer se cuarentenaba un aula del colegio Luis Casado de Corrales.

Por eso, el alcalde Mario Castaño Tejedor publicaba en la mañana del viernes un bando con una serie de medidas preventivas con el fin de minimizar el contacto social y evitar más contagios en el municipio. El bando recuerda que durante muchos meses la Zona Básica de Salud de Corrales ha estado entre las que más tiempo permanecían en “verde” por el escaso número de casos de COVID-19, pero el cambio de la situación epidemiológica, con más de un 1% de la población con una PCR positiva, ha llevado a suspender temporalmente el programa Conciliamos, el inicio del curso en el aula de música y precintar los parques infantiles en lo que atañe a los niños. Además queda suspendido el mercadillo y el pabellón de deportes y la Casa de Cultura permanecerán cerrados.

Estas medidas de prevención afectarán tanto a Corrales como a los anejos de Peleas de Arriba y Fuentelcarnero, y estarán en vigor hasta que mejore la situación epidemiológica y la Zona Básica de Salud vuelva a estar en verde.

Además, con el bando el ayuntamiento hace un llamamiento a toda la población para que “extremen las precauciones y abandonen actitudes irresponsables que no solo ponen en peligro la salud de todos (que es lo más importante), sino que también afectan a nuestro día a día, a nuestro trabajo, nuestras rutinas, a la educación de nuestros hijos, la calidad de los servicios que recibimos y en definitiva colocan a nuestro municipio en una situación complicada”.

Por último, se recuerdan todas las medidas de seguridad que ya eran obligatorias como el uso de la mascarilla, las distancias de seguridad, evitar reuniones si se ha estado en contacto con personas infectadas o en áreas de riesgo y limitar el contacto con personas de fuera del círculo habitual.

El brote de Corrales del Vino, igual que el que comenzó en la residencia de mayores de Villarrín de Campos, están siendo “objeto de seguimiento por parte de los rastreadores, que tienen un trabajo infinito porque cada vez son más brotes y hay que hacer más rastreo y eso abre tantas puertas y tantos círculos que nos obliga a poner a trabajar al 100% de nuestro equipo de rastreadores”, según informaba ayer la representante de la Junta de Castilla y León en Zamora, Clara San Damián, quien calificó de “preocupante” la evolución de la situación en la provincia.