Un mural en homenaje al oficio de pastor pintado en una fachada de Villaflor. | Cedida

Pintadas de concienciación sobre el COVID-19 en el consultorio. | Cedida

Retrato de dos burros. | Cedida

Algunos aperos tradicionales de labranza. | Cedida

La Asociación de Vecinos de Villaflor, “La Barca” “aprovecha sus habilidades para dar a conocer el pueblo” y, una de ellas, es a través del arte. “Queremos que siga vivo” expresa Gerardo Hierro, que indica que “todo el que tiene algo de mano” pone su grano de arena en este pequeño pueblo para dignificarlo y proyectar su rango hacia el exterior.

Los murales han ido ocupando cada año una mayor presencia y hoy nadie que pise el pueblo se irán sin llevar la sensación de que Villaflor es un pueblo con inquietud y amante de proyectar una imagen positiva y entusiasta. Ni qué decir tiene que la famosa barca que sirvió para salvar el Esla a los pobladores de una y otra parte del río tiene su reproducción de madera y su sitio en el local social. Fue obra de Tomás Díez.

El arte arrancó con consolidación a partir del año 2018 con el mural de un paisaje de Villaflor y una escena pastoril -un pastor con ovejas- que ocupa la pared frontal del local social. Luego se ha ido enriqueciendo con otras tareas pictóricas. La parte de atrás fue utilizada para configurar un mural de aperos donde aparecen representados elementos como una pala, una ceranda, el yugo y el arado, que tuvieron como modelo unas fotografías de los mismos.

El pasado año 2019 se trabajó sobre un lateral alargado y se embelleció la pared con una serie de setas de todos conocidas como el boletus, la amanita muscaria, el cucurril y el pie azul. “Son cuadros grandes con motivos de hongos” indica Hierro, que además es el artista que dedica su afición y tiempo libre a plasmar estas expresiones del arte en un edificio visible y esencial del pequeño pueblo.

“Para que el consultorio quede más identificado acabamos poniéndole un manguito de medir la presión y un fonendo” que debido a sus notables dimensiones son más que visibles.

La composición artística prosiguió este año con la representación de la campana de Villaflor, al amanecer, y el consultorio fue también decorado artísticamente con un cartel donde se refleja la imagen del coronavirus al que acompaña una mascarilla que tiene por objetivo “concienciar sobre su uso porque es el sistema de protección que tenemos”. No falta en el mosaico pictórico algo tan típico y natural del medio rural como es la figura del asno y una pareja de burros asomados a una tapia de piedra es otra imagen ilustrativa.

La intención de Gerardo Hierro es continuar con la obra y “seguir pintando”, dando rienda suelta a una afición adquirida de joven y que siempre gustó de mantener viva. Utiliza pinturas “de muchos colores” que facilitó a la Asociación el Ayuntamiento de Muelas del Pan, al que pertenece Villaflor, y que en la actualidad “están prácticamente secas” porque son ya años los que tienen.

También el suelo de la plaza de la localidad, de hormigón, fue objeto de arte. El escenario fue elegido para representar a una señora trillando pero el paso de camiones y demás por la misma acabó arrasando con un cuadro “bien proporcionado” que, para una buena percepción, requería contemplarlo desde lo alto.

“Veo que a la gente les gusta y, cuando pinté al pastor, se sentían menos solos, como más acompañados, me decían”. Con esta sensación de reconocimiento y gratificación, los que tienen “algo de mano” y buen ánimo irradian el espíritu inquieto y progresista que siempre ha distinguido a este pueblo.