El foco de COVID 19 surgido en un grupo familiar de Villar del Buey ha tenido consecuencias en servicios sociales de la zona, como la guardería municipal de Bermillo y la residencia de ancianos de Villar del Buey. En el caso de la guardería de Bermillo de Sayago, permanecerá cerrada hasta el día 16 de septiembre, tras el confinamiento de la persona que trabaja allí, preceptivo y como medida de prevención ha haber vinculación con personas de Villar del Buey afectadas por el contagio.

En la residencia de mayores, propiedad del Ayuntamiento pero gestionada de forma privada, se tomaron medidas desde el mismo momento que se conoció el problema surgido en Villar del Buey y al saber que una de sus trabajadoras también estaba relacionada con el núcleo familiar donde han surgido casos positivos de COVID 19. Sin embargo no se ha podido evitar que se vea afectada y ayer por la tarde recibían en el centro la peor de las noticias, con algunos ancianos contagiados.

Todo ello a pesar de que la semana pasada volvieron a cancelarse las visitas de familiares. Además se ha confinado de nuevo a los ancianos en sus habitaciones y se han practicado las pruebas PCR a usuarios y trabajadores con el fin de controlar rápidamente la situación y evitar males mayores en una población absolutamente vulnerable.

El contagio afecta a varios miembros de una familia de Villar del Buey, entre ellos al propio alcalde, aunque la mayoría se encuentran sin síntomas y obligados a cumplir preceptiva cuarentena de quince días en sus domicilios.

El foco de coronavirus ha obligado a practicar decenas de PCR entre los contactos estrechos de las personas que han dado positivo. Una ardua tarea en la que trabaja la rastreadora de la Zona Básica de Salud de Bermillo. A lo largo de la semana pasada se han estado practicando PCR a todos esos contactos y aunque no han trascendido los resultados, están saliendo algunos positivos y un mayor porcentaje de negativos.

Lo que resulta inevitable es la inquietud y preocupación surgida en el pueblo, donde residen muchas personas mayores y al trascender que el contagio se habría originado por una cena. “Hoy parece un pueblo fantasma” describía una persona de Villar del Buey al comprobar que apenas se veían vecinos por las calles, ni siquiera algunos ganaderos afectados a los que sí se vio en días pasados y que fue motivo de malestar y de alguna llamada a la Guardia Civil para que se controlara la situación. El alcalde de Villar del Buey respondió a estas denuncias asegurando que los ganaderos que han dado positivo cuentan con un “permiso especial” para salir a echar de comer al ganado.

Pero la precaución se impone. Ni siquiera se ha abierto la iglesia este fin de semana para la tradicional misa dominical, que se tenía que haber celebrado el sábado pero por precaución decidió suspenderse.