La localidad zamorana de Carbajales de Alba hizo sonar la tradicional campana torera, como es habitual por motivo de las Fiestas de Nuestra Señora Virgen de los Árboles, este año suspendidas debido a la pandemia del COVID-19 por la que aún estamos pasando.

Fieles a la tradición, “la torera” sonó con la finalidad de llamar a los carbajalinos a la celebración de unas fiestas, que este año serán muy atípicas. Carbajales no podrá vivir sus tradicionales espantos ni la típica puchera popular.

Roberto Fuentes, alcalde de la localidad, ha emitido un bando municipal en el que recuerda que “está totalmente prohibido el botellón, las peñas deben estar cerradas y los grupos de reunión no pueden ser de más de 10 personas”.

Una semana muy extraña para los carbajalinos que, al igual que en el resto de municipios de la comunidad autónoma, tendrán que esperar al año que viene para poder disfrutar de las fiestas.