Algunos albergues de peregrinos de la provincia de Zamora han contribuido a la recuperación de la “acogida tradicional” de las personas que recorren vías jacobeas como el Camino Mozárabe-Sanabrés o la variante portuguesa de la Vía de la Plata, y son un ejemplo a seguir en toda España para los devotos que recorren la ruta jacobea desde Andalucía hasta Santiago de Compostela.

La acogida a la antigua usanza era un tipo de hospitalidad que hasta hace cinco años apenas se practicaba en esta provincia y en estos momentos está en marcha en más de media docena de albergues, la mitad de ellos gestionados por la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago que preside José Almeida Rodríguez , hospitalero del albergue tabarés y uno de los grandes artífices del resurgir de las rutas jacobeas: “Echando la vista atrás, muchas cosas quedan aún por hacer, pero cinco años donde se han hecho muchas cosas”.

La Fraternidad Internacional del Camino de Santiago (FICS) de la que forma parte José Almedia, hospitalero tabarés, acordó en la asamblea general celebrada en Astorga (León) solicitar a la UNESCO la declaración oficial de Patrimonio Cultural Inmaterial la “acogida tradicional” del Camino de Santiago: “un reconocimiento que si se consigue llevar a cabo, colocaría a algunas pequeñas poblaciones zamoranas en dicha lista”.

El “Patrimonio Cultural Inmaterial” o “Patrimonio Vivo” integra a las expresiones, prácticas, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación, según la reunión de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura del 29 de octubre de 2003.

En estos momentos, entre otros, se presta la “acogida tradicional” en los albergues de Tábara y Fontanillas de Castro (Camino Sanabrés) y en el de Ricobayo de Alba (camino Portugués), y en esta última ruta se implantará también en el de de Almendra del Pan. Los peregrinos que hasta allí llegan reciben la atención a cambio de la voluntad.

El hoy “Camino Portugués” fue uno de las primeras rutas jacobeas en contar con acogida tradicional: el 12 de diciembre de 1541 se ponía en marcha en Alcañices el hospital de “San Nicolás de Bari” con la ayuda del primer Marqués de Alcañices, Francisco Enríquez. La leyenda asevera que los primeros hospitaleros, en tiempo inmemorial, fueron San Julián y Santa Basilisa, a su vez barquero de la barca por la que los peregrinos y alistanos y albarinos cruzaban el río Esla entre “La Pueblica” (sepultada por el embalse) y San Pedro de la Nave”.

Según manifiesta José Almeida: “Tenemos una provincia que es una encrucijada de caminos, un cruce necesario para los peregrinos que se dirigen a Compostela procedentes de los cinco caminos que la atraviesan, Levate, Sureste, Vía de la Plata, Sanabrés y Zamorano-Portugués. Estos caminos recorren más de 500 kilómetros en toda la provincia, lo que representa un patrimonio muy relevante que hemos heredado. Son cerca de 100 poblaciones por las que discurre alguno de los caminos, pequeños pueblos a los que nunca irá un turista, pero sí pasan los peregrinos que luego escriben sobre lo que van viendo y se pueden convertir en nuestros mejores embajadores”.

Se incide desde los promotores de la iniciativa en que “Zamora posee unos valores que desatacan para aquellos que tienen la oportunidad de conocerlos. Contamos con un arte envidiable, una cultura diferenciada, una gastronomía espectacular y una naturaleza en muchos lugares en estado casi salvaje, que representa un patrimonio que muy pocos saben valorarlo en la medida que se merece, porque uno de los déficit que tenemos los zamoranos, es no creer en nuestro valores y apreciar más lo foráneo. Tampoco sabemos valorar ese patrimonio humano que tenemos”.

Uno de los grandes olvidados durante años ha sido el Camino Portugués de la Ruta de la Plata: “Un camino residual. De vez en cuando pasa algún peregrino y el problema radica en la primera jornada que tienen que recorrer los peregrinos, resulta imposible para cualquiera, por lo cual la descartan de entrada. Todo lo que se invierta en este camino, sin tener en cuenta este punto de acogida serán esfuerzos en vano porque el peregrino nunca se adentrará por un camino en el que la primera etapa le resulta imposible de realizar. Nuestras autoridades no creyeron en el proyecto, aunque si han creído en él, peregrinos y asociaciones de todo el mundo que son los que están contribuyendo a financiar”.

El problema, histórico, se ha centrado durante años en que los peregrinos que salían de Zamora por el Camino Portugués no tenían ningún albergue hasta el de Fonfría, para lo cual había que recorrer 62 kilómetros. Una barbaridad imposible de realizar. El pasado año se abrio el albergue de Ricobayo recortando la primera etapa a 23,,6 kilómetros a 41,8 kilómetros ( 20,1 a Fonfría parta otra etapa). La próxima puesta en marcha del albergue de Almendra del Pan ofrecerá una primera etapa mucho más asequible de 23,6 kilómetros.

Uno de los grandes retos por delante para Zamora es dinamizar todos los caminos incrementando el número de peregrinos. Sirva como claro ejemplo que en el año 2004, primer año del que se tienen referencias de los peregrinos que llegaban a Santiago por los diferentes caminos, los que pasaban por nuestra provincia aportaban el 5,17% de la totalidad, estando en el tercer lugar como esperanza de crecimiento. Dieciséis años más tarde solo transitan por nuestros caminos el 2,78% y el puesto de esperanza ha pasado del tercero al séptimo: “Eso nos demuestra que las cosas no se están haciendo todo bien que se deberían hacer” y se sentencia: “Desgraciadamente los defuera siguen valorándonos mucho mejor que nuestra propia gente para los que somos, hemos sido y seguiremos siendo los grandes olvidados”.

Uno de los grandes aciertos de estos últimos años ha sido la creación de la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago, un medio desde el que se puede articular todo el trabajo enfocado y dirigido a los caminos zamoranos . De hecho ya se ha realizado un importante trabajo de señalización en la capital, que era uno de los puntos que estaban algo confusos para los peregrinos, y desde hace unos meses se esta mejorando la señalización del Camino Portugués y también se ha actuado en la Vía de la Plata hasta Zamora y el Camino de los Valles entre Benavente y Santa Marta de Tera. Una vez pase el verano se continuará con el Camino Sanabrés y más tarde se acometerá el Camino de Levante de Sureste.

José Almeida reconoce la implicación del Diputado de Cultura y Turismo Jesús María Prada manifestando que se immlica en apoyar los caminos en Zamora: “De momento hay el compromiso para terminar los que queda en Almendra por hacer y señalizar”.

En coordinación con la Subdelegación del Gobierno y con algún ayuntamiento que tenía competencias en el trazado, como es el caso de Lubian, se han eliminado algunos puntos negros que había principalmente en la Vía de la Plata y en el Camino Sanabrés.