Los brotes de coronavirus que se están sucediendo en el país, y a los que no es ajena la comunidad de Castilla y León, han llevado a la Consejería de Sanidad a solicitar planes de contingencia en los municipios con el fin de dar respuesta a posibles necesidades de aislamiento de grupos o familias. Así, los ayuntamientos, en colaboración con la Diputación, deberán identificar instalaciones municipales susceptibles de albergar a personas positivas de COVID-19 que no requieran asistencia sanitaria ni sean dependientes.

Los espacios públicos servirían para alojar a personas que no puedan aislarse con seguridad de sus contactos en sus propios domicilios y a las que habría que dotar de la logística necesaria para proporcionar la atención sanitaria.

En una carta remitida a los ayuntamientos y la Diputación, la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, justifica la necesidad de estar preparados ante posibles cuarentenas de grupos con el fin de controlar los brotes de coronavirus y cortar la transmisión.

Casado afirma que, a pesar de que según los resultados del estudio de seroprevalencia del Ministerio de Sanidad Castilla y León ha sido una de las comunidades autónomas más afectadas por el COVID-19, “la letalidad del virus ha sido inferior a la media nacional”.

Destaca que el impacto de la enfermedad se ha visto compensado con el “gran esfuerzo realizado desde los servicios sanitarios para reducir sus efectos en la población, y de toda la sociedad para evitar la propagación”.

Sin embargo, “los brotes van en aumento y, con frecuencia están apareciendo en colectivos de personas que conviven en situaciones de hacinamiento u otras manifiestamente mejorables, en algunas de nuestras localidades”.

Para cortar la cadena de transmisión de la enfermedad en esos brotes es fundamental el aislamiento de los casos positivos, el estudio y la cuarentena de los contactos. Un aislamiento que, para ser efectivo, debe evitar el contacto con los casos.

Ese aislamiento debe realizarse en la misma vivienda, pero no siempre las condiciones permiten la estancia de varias personas en condiciones seguras. La Consejería de Sanidad precisa que, “ante la aparición de un brote en un colectivo en el que no garanticen esas condiciones, las personas diagnosticadas como “casos” deberían tener un sitio donde poder realizar el aislamiento, de forma separada del resto de convivientes que sean negativos” al virus.

Estos planes de contingencia de ayuntamientos en colaboración con la Diputación se programan al margen de la logística de la Consejería de Sanidad, que cuenta con camas reservadas en hospitales de toda la Comunidad para las personas que requieran atención sanitaria. También la Consejería de Familia tiene habilitadas camas para personas dependientes que necesiten asistencia y otras consejerías han puesto a disposición otros recursos como residencias de estudiantes o albergues. “Pero estos recursos pueden no ser suficientes y apropiados en algunos casos, o no encontrarse en las localidades donde son necesarios”.

Por eso surge la petición de colaboración a los ayuntamientos y Diputaciones como las administraciones más próximas a los núcleos de población. Verónica Casado “agradece” el trabajo de estas instituciones “en estas difíciles circunstancias”.

“O LLEGAN MEDIOS, O EN LOS PUEBLOS NO PODEMOS HACER FRENTE A TODO ESTO”

La oleada de rebrotes que está afectando a buena parte del país pone en alerta a las instituciones que echan mano de todos los recursos posibles para amortiguar el temido impacto de la pandemia. Con la población multiplicada en el medio rural, en los municipios se suceden las llamadas a la prudencia mientras desde la Junta de Castilla y León se apela a la colaboración de los ayuntamientos que a su vez reclaman “recursos para hacer frente a la nueva normalidad impuesta por la pandemia”, marcada por las medidas de seguridad para evitar contagios”.

Limpieza permanente de colegios de cara al nuevo curso escolar, teléfonos para los médicos (petición llegada desde la Zona de Salud de Bermillo) o ahora la preparación de instalaciones y logística para posibles aislamientos ante brotes. “O llegan medios o no podemos hacer frente a todo esto” advierte un alcalde. La preocupación es general y así se ha expuesto en reuniones de las mancomunidades de municipios donde es unánime la necesidad de que “lleguen subvenciones porque el dinero no se estira y encima ahora quieren que los remanentes se los entreguemos al Estado”. Este regidor hace referencia al acuerdo de la Federación de Municipios y Provincias según el cual la Administración central puede hacer uso del superávit de los ayuntamientos.