“El público no respetó el aforo cuando estaba completo, ni las indicaciones de la persona que tiene el Ayuntamiento de Villardeciervos y empezó a colarse. No es por casos de COVID que, en esta zona, no hay ninguno”. Con estas afirmaciones la persona responsable del chiringuito de la Playa de los Molinos de Villardeciervos señala la verdadera causa de la clausura de la zona de baño, mientras la zona recreativa y el chiringuito siguen abiertos.

La “irresponsabilidad” y la falta de “civismo” están detrás del cierre al baño desde el lunes decidido por el Ayuntamiento.

El sábado y el domingo fueron dos días de máxima concurrencia a la zona y precisamente esa masificación, provocó que los responsables municipales decidieran la clausura.

La escena que presenciaron en la zona de playa fue lamentable ya que cuando se cumplió el cupo de aforo y pese a las indicaciones de la persona contratada para su control, las personas que llegaban hicieron caso omiso y se empezaron a colar sin más a la zona de la playa. Esa persona que controlaba la entrada de bañistas también hacía un control de temperatura de cada persona que accedía a la arena.

Otro problema es “¿qué hacemos ahora con los trabajadores?”, se lamentaba ayer la responsable tras ver la zona del aparcamiento como un desierto y la playa sin bañistas.

Los ayuntamientos de Sanabria y Carballeda que tienen zonas de baño declarada y abiertas ya habían advertido que no dudarían en cerrar, si no se cumplían los aforos establecidos para no tener problemas.

También queda patente la falta de respeto de determinados usuarios a los vigilantes que siguen las instrucciones de los Ayuntamiento y que a diario se enfrentan a la falta de respeto de bañistas que cuestionan su autoridad a la hora de limitar las entradas cuando el aforo se ha completado.

La única protección que tiene el personal que presta este servicio es su chaleco amarillo y el teléfono del Ayuntamiento y de la Guardia Civil para comunicar la incidencia.