Los vecinos de Badilla, y por extensión de las poblaciones sayaguesas del Parque Natural de Arribes, están deseosos de recobrar la normalidad y confían que en breve finalicen las obras de acondicionamiento de la carretera ZA-P-222, que comunica Arribes con Portugal por el paso fronterizo de Miranda do Douro, y que marchan a un ritmo que parece definitivo para dejarla lista al tráfico este verano.

La empresa responsable de ejecutar la mejora está centrada en los trabajos de ejecución y se halla sumida en las obras finales de una calzada, de casi cuatro kilómetros, tras haber construido el puente sobre la ribera, que era una de las operaciones de mayor calado.

Fuentes locales afirman que se está actuando sobre las cunetas, y que queda por rematar la pintura y la señalización. Confían en que en breve tiempo se abrirá al tráfico un trazado que es utilizado por un importante número de usuarios por discurrir por un territorio clave del espacio protegido, y por conectar el tránsito hispano-luso interesado en conocer el Parque Natural.

El presupuesto de la ejecución ascendía a un total de 628.837 euros y, aunque el plazo de ejecución era de seis meses, que debería haberse cumplido el pasado año, la obra se ha prolongado durante meses debido a constantes interrupciones que ahora parecen superados, lo que ha permitido acometer la mejora de la carretera con cierta firmeza.

No faltan, empero, algunas críticas a la anchura de la calzada, que se mantiene con las estrecheces de la anterior. “Cuando se cruzan un camión y un tractor andas más que justitos para seguir” afirman en la localidad, que consideran que lo correcto hubiera sido dar al tramo una mayor amplitud para evitar agobios y problemas.

Los vecinos muestran, no obstante, su satisfacción porque finalmente se hayan realizado las entradas a las fincas, que era una de las cuestiones que venían reivindicando desde el inicio.

Es una obra adjudicada por la Diputación provincial de Zamora que supone una mejora vial trascendente para el municipio de Fariza y para desarrollo de esta parte del Parque Natural de Arribes, con un turismo al alza y que es uno de los motores que administraciones y empresas tratan de cuidar por las múltiples repercusiones socioeconómicas que conlleva.

El corte de este trazado al tráfico obliga a los usuarios a buscar las entradas o salidas por la ruta alternativa de Badilla-Argañín, que presenta un estado tan deteriorado y carcomido que solamente es posible recorrerlo con los vehículos en la mínima marcha para sortear lo grandes socavones sin romper el coche.