La bonanza de las precipitaciones a lo largo del invierno y de la primavera ha tenido una repercusión positiva y beneficiosa para el sector hidroeléctrico, que ha visto los embalses cargados de agua en unos altos niveles durante todo el primer semestre del año con el saldo de unas producciones muy superiores a las registradas el pasado año 2019.

La producción de las centrales hidroeléctricas de Iberdrola en la provincia cerró los seis primeros meses del año con un 122,6 por ciento superior al mismo periodo de tiempo de 2019, con una producción de más de 1.255 millones de kilovatios hora (1.255,7 gigawatios), cuando el pasado año la generación fue de 560 millones de kilovatios (560 Gwh), siendo la segunda provincia de la comunidad, tras Salamanca, con mayor producción.

Durante todo el primer semestre del presente año los imagen de los embalses cargados de agua ha sido una estampa cotidiana que incluso ha agradecido el sector agrario y las poblaciones que se abastecen de estos depósitos.

Los embalses de Iberdrola en la Cuenca del Duero, a 30 de junio del año en curso, almacenaban el 83,6% de su capacidad máxima, frente al 56,3% que registraban en la misma fecha de 2019, 3.852,47 hectómetros cúbicos (hm3) frente a los 2.595,47 hm3 del año anterior, según los datos facilitados por la propia compañía presidida por el salmantino Ignacio Sánchez Galán.

Las precipitaciones registradas en diciembre y enero mejoraron notablemente la situación de estos embalses. Por lo que respecta a los depósitos ubicados en las cuencas de Zamora de Valparaíso, Villalcampo y Castro, que apenas están sometidos a grandes oscilaciones de nivel, mantuvieron una capacidad superior al 94%. Diferente es la situación que registran el resto de los embalses, mucho más entonada este año, siendo del 84,1% frente a los 53,3% del año pasado en Cernadilla, del 92,1% frente al 84,2% en Nuestra Señora de Agavanzal, del 74% frente al 66,4% en Ricobayo y del 81,1% frente al 43 en Almendra.

En estos momentos los embalses de la provincia de Zamora presentan unos volúmenes envidiables con llenados superiores al 94 por cientos en los embalses del Duero, de Castro y Villalcampo; y también de Valparaíso y Nuestra Señora de Agavanzal, en el Tera.

En la cuenca del Tera el pantano de Cernadilla está con algo más del 68 por ciento; Ricobayo, en el Esla, al 71,3 por ciento, y en la cuenca del Tormes, Almendra al 84,1 por ciento.

Iberdrola subraya que “obtiene en la Cuenca del Duero una gran parte de su producción hidroeléctrica. Esta modalidad de energía representa entre el 15 y el 20% del total de su producción en España”.

Los embalses de la sociedad en la Cuenca del Duero, a 30 de junio del año en curso, almacenaban el 83,6% de su capacidad máxima, frente al 56,3% que registraban en la misma fecha de 2019: 3.852,47 hectómetros cúbicos (hm3) frente a los 2.595,47 hm3 del año anterior. Las precipitaciones registradas en diciembre y enero mejoraron notablemente la situación de estos embalses.

Por otra parte, el delegado del Gobierno de Castilla y León, Javier Izquierdo, y la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero, Cristina Danés, visitaron ayer las instalaciones del Sistema Automático de Información Hidrológica del Duero (SAIH) en el Centro de Control de Cuenca, ubicado en la esclusa 42 del Canal de Castilla, a su paso por Valladolid, según informó ayer en una nota la propia Confederación.

El SAIH integra las estaciones de la Red Oficial de Estaciones de Aforo (ROEA) y el Sistema de Calidad del Agua (SAICA), con un total de 165 estaciones de medición de caudal, 165 pluviómetros, 34 puntos de control en embalses, 30 estaciones de calidad y 38 puntos de control en canales y azudes, que permiten una mejora en la gestión del agua y una mayor eficiencia en el uso del recurso.

La Dirección General del Agua del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha licitado el contrato de mantenimiento y explotación del SAIH Duero por un importe de 20 millones de euros. Javier Izquierdo, destacó la importancia de estas herramientas y el trabajo del Ministerio de Transición Ecológica en el apoyo a su desarrollo, para garantizar el suministro de agua y la seguridad de la población ante fenómenos meteorológicos adversos, en una época en la que el cambio climático nos ha acostumbrado a una “pluviometrÍa imprevisible”.

Izquierdo señaló que, “aunque la situación actual de nuestros embalses es mejor que otros años, -al 68,7% según los últimos datos, frente al 56,6% del año anterior y el 63,2% de media en los últimos diez años-, es imprescindible hacer un uso responsable del agua, racionalizando su consumo, tanto en los hogares como en las explotaciones de regadío y centros de trabajo”. Cada vez, añadió, “es más necesario gestionar eficientemente los recursos hídricos, vigilando el estado de la cuenca, la situación de los ríos y masas de agua, un objetivo en el que el Sistema Automático de Información Hidrológica es estratégico”.