El pasado domingo 5 julio se produjo un incendio en mi explotación ganadera de Sanzoles donde se ha quemado el 100 % de la maquinaria y parte de las instalaciones ganaderas que con tanto sacrificio e ilusión habíamos hecho mi mujer, Begoña y yo.

Gracias a toda la gente de Sanzoles se ha podido salvar la gran mayoría de los animales que teníamos, aunque algunos de ellos han sufrido quemaduras y no han podido salir de allí con vida, pero muchos de ellos lo han conseguido y saldrán adelante.

Ante todo, sólo me queda dar las gracias y mil veces gracias, sin ningún tipo de distinción, porque ese día no había roces de por medio, solo la buena voluntad de los habitantes de este pueblo. Ojalá pudiera agradecer personalmente a cada una de las personas que se volcó en ese momento sin pensar en las consecuencias que les podría haber ocasionado un incendio como aquel.

Es muy probable que algunas de esas personas me salvaran de haber sufrido consecuencias más graves, porque la verdad, no recuerdo cómo se hicieron, porque el dolor no se hacía presente en mi cuerpo.

Por otro lado, me gustaría agradecer el trabajo realizado por el equipo de bomberos de Toro, así como a todo el personal sanitario que nos atendió ese día y a todas las personas que vinieron de otros pueblos.

Y, por último, agradecer a todos aquellos que estos días están prestando su ayuda a mi mujer y mis hijos, para que todo vuelva lo antes posible a una normalidad.