Sobre las doce de la mañana de ayer se retiraban de la nave de Sanzoles los bomberos de Toro, una vez declarado extinguido el incendio que se originó hacia las dos y media de la tarde del pasado domingo en una nave ganadera. Las pérdidas económicas son cuantiosas, con una nave destruida, alrededor de 2.300 pacas de paja y forraje perdidas, y maquinaria agrícola calcinada, como dos tractores, una magnitud, dos remolques o una envolvedora de paja. También han sufrido bajas el rebaño, con 20 ovejas muertas y 30 heridas, a pesar de los esfuerzos de los vecinos por sacar al rebaño de la nave contigua a la afectada por el fuego.

Son los datos dramáticos de un incendio que además se ha llevado por delante 8,5 hectáreas de cereal no cosechado.

Los bomberos de Toro han permanecido dos días y dos noches con un retén trabajando de continuo para apagar las llamas que 24 horas después del inicio del fuego todavía estaban candentes. Ayer de madrugada se procedió a remover la paja para refrescarla con cubas, asegurando que no se produzcan nuevas reproducciones.

Diputación

Uno de los riesgos que ha tenido el incendio ha sido el viento, que podría provocar alguna chispa y salar a una parcela de cereal contigua a la explotación, que ya ha sido segada también.

El pueblo de Sanzoles ha respondido de forma solidaria ayudando en los primeros momentos, tanto para rescatar al ganado como para hacer cortafuegos con los tractores hasta que llegaron los medio de extinción. Además de los bomberos de Toro, un agente medioambiental de la Junta de Castilla y León, un helicóptero de la base de Villaralbo y una cuadrilla de especialistas en la extinción de incendios

El Presidente de la Diputación, Francisco Requejo, acompañado del diputado de Agricultura, Ángel Sánchez, y del diputado por la comarca de Toro, José Luis Prieto, visitan hoy las instalaciones ganaderas para conocer el alcance del fuego y ofrecer apoyo a la familia.