Las vigilantes del estacionamiento colocaban el cartel de "completo" en el aparcamiento de la playa Viquiella pasadas las una y media de la tarde, controlando así la afluencia del tráfico en uno de los fines de semana como imagen de pleno verano. A la hora de comer, el estacionamiento de Custa Llago, la playa al pie de carretera, también rozaba el lleno, a falta de solo dos plazas disponibles a esa misma hora. Con toda seguridad se cubrió la ocupación de 2.406 bañistas en las playas reguladas del Parque Natural del Lago y las Sierras de Segundera y Porto.

Con 31 grados de temperatura, el baño en las playas del Lago de Sanabria era una de las mejores opciones para el primer domingo de julio. A los flotadores, bañadores, toallas se suma la mascarilla de verano, que casi todo el mundo la llevaba para andar por los aparcamientos y casi nadie se la ponía para el baño de sol o el baño de agua. Mientras los estacionamientos regulados y de pago más cercanos a las playas se iban ocupando, el estacionamiento de Los Robles estaba casi vacío a la hora de comer, aunque la afluencia a lo largo de la tarde fue poblando esta zona de coches, así como la línea de las Tres Brujas.

Los 4.221 metros cuadrados de playa de Los Arenales, con mayor área de estacionamiento controlado y no controlado, comenzaba a recibir visitantes que se posicionaban en primera línea de arena, los más afortunados, y a medida que se llenaba la playa se repartían en la banda litoral entre Arenales y las playa del Folgoso o la del Pato. Esta playa tiene un aforo limitado de 1.055 personas, aunque desde primera hora del día a última hora de la tarde el trasiego es constante entre grupos y visitantes que pasan toda la jornada o bien van por la mañana o por la tarde. Y los hay que simplemente se conforman con un baño y unas brazadas.

La opción de acceder a las playas, a pie o en bici, fue la alternativa al coche, y que a lo largo de la mañana no se completó el aforo como figuraba en la señalización de las playas en la rotonda de la carretera del Lago a San Martín, donde las cinco playas reguladas estaban "libres". Por la tarde la afluencia fue a más, en un día de mucho calor, recobrando la normalidad antigua, la de notable afluencia a las playas del Lago con la llegada del mes de julio. El servicio de mantenimiento y limpieza de playas está a pleno rendimiento, en una de las temporadas donde habrá que controlar tirar guantes y mascarillas en un espacio natural, donde arrojar basura es objeto de multa.