Fermoselle ha pasado directamente del confinamiento a disfrutar de una de las semanas más emocionantes de los últimos años para la villa. La llegada de Jesús Calleja y todo su equipo de rodaje ha revolucionado en muchos aspectos la vida en el municipio zamorano, y no es por la presencia en sus calles de varias caravanas, furgonetas, cámaras de televisión, micrófonos y otros aparatos necesarios para capturar la belleza de los Arribes del Duero y llevarla a los televisores de toda España, sino principalmente por la cercanía y la calidad humana del conductor de "Volando voy".

El alpinista de Fresno de la Vega (León) se ha mostrado muy cercano con todos los vecinos y a pesar de que lleva una agenda apretadísima para poder rodar todas las escenas del programa ya se ha hecho centenares de 'selfies' con los fermosellanos que se lo han pedido y ha bromeado con cualquiera que se le acercaba, por eso cada día que Calleja pasa en la villa cuenta con más 'fans' entre los vecinos.

La capital de Arribes es la principal protagonista de este episodio de la sexta temporada de "Volando voy" y Jesús Calleja está demostrando un grandísimo interés en las bodegas de Fermoselle, de donde nacen los vinos de la DO Arribes, también en la pintoresca arquitectura del pueblo pero, sobre todo, en las historias vitales de los fermosellanos: "Aquí no hay nadie que haya tenido una vida aburrida, nada en este pueblo es normal", bromea el aventurero en un momento del programa para despertar el interés del espectador.

En la tarde de ayer el rodaje se desarrollaba entre dos bodegas de Fermoselle, pero esta no es la única localidad zamorana que se podrá ver "Volando voy". Calleja ya ha sobrevolado con su helicóptero biplaza los impresionantes cañones que forma el río Duero entre España y Portugal, y además se ha desplazado a otros pueblos cercanos como Gamones o Fornillos para dar a conocer el trabajo de varios artesanos que han emprendido con éxito distintos negocios en la zona de Arribes. Otra localidad retratada por el equipo de Zanskar -la productora de Calleja- es Formariz, donde el montañista ha asentado a una familia urbanita a la que tratará de convencer de que se quede a repoblar la comarca.

Y es que revertir la despoblación y poner en valor "lo rural" es el hilo conductor del programa "Volando voy". Después de haber escalado las montañas más altas de los siete continentes y hasta una pirámide en Egipto, Jesús Calleja ha decidido apostar por los pueblos de su país y centrar su carrera en ellos.

Por eso Fermoselle espera que la emisión del programa sea un revulsivo para la zona, y en especial para su sector turístico. "Es algo que llevábamos intentando conseguir desde septiembre del año pasado", confiesa el alcalde de Fermoselle, José Manuel Pilo: "puede ayudarnos a poner en valor nuestro patrimonio natural, nuestro patrimonio histórico-artístico y las bodegas, pero hemos removido Roma con Santiago hasta lograr traer a la televisión", una hazaña en la que se ha empleado no solo el equipo de gobierno local sino también fermosellanos de la diáspora, como César Nieto, y más tarde el Patronato de Turismo de la Diputación de Zamora que, en colaboración con los ayuntamientos de la comarca, ha dado todas las facilidades a la productora para que puedan llevar a cabo el rodaje.