"Voy a hacer 64 años, nací entre las ovejas y no me va a echar nadie del campo, tampoco el lobo". Octavio Martín, ganadero de Muga de Sayago, ha batallado mucho con el temido depredador, pero nunca (o quizás es que ya se ha olvidado) le había dado tantos dolores de cabeza como el último mes y medio que ha sufrido tres ataques con la pérdida de diez corderos y una docena de ovejas.

Muga, Tudera, Palazuelo o Formariz, pueblos con abundante cabaña ovina, vuelven a ser el objetivo del lobo en una comarca de tradición pastoril. En Muga de Sayago van unos diez ataques en el último mes y medio, a los que se suman otra media docena en pueblos limítrofes. Las últimas lobadas se producían el domingo en la ganadería de Octavio Martín y ayer por noche en la de Alejandro Hernández, también de Muga. Este ganadero lleva tres episodios bastante seguidos, en uno de ellos perdió diez animales y ayer otros siete y dos mordidas. "Nos hacen la vida imposible, ya no es solo perder a las ovejas es que psicológicamente te desatroza, quedas tocado, te vas a la cama pensando en lo que te puedes encontrar por la mañana" expresa Alejandro Hernández.

"Esto acaba con nuestro sistema tradicional de Sayago, es lo que me fastidia. No tengo nada contra el lobo, pero el pastoreo de esta comarca es incompatible con un animal que aquí lo tiene facilísimo y no hay derecho" denuncia Octavio Martín. ¿Perros?, "yo los tengo y no ha adelantado nada; además, por qué me obligan a tener 20 perros para cuidar a las ovejas teniendo mis fincas. Por qué tiene que entrar el lobo en mi propiedad. Yo no voy al despacho del consejero o del ministro de turno a fastidiarles, pues que me dejen a mi vivir de mi trabajo". Cuentan los ganaderos que los perros son un problema añadido por los conflictos que se crean con otros vecinos, personas que van en bicicleta o paseando por los caminos y que son perseguidas por los animales. "Si te salen malos te amargan la vida" expresa Alejandro Hernández.

La indignación e impotencia es total entre los ganaderos de ovino, muchos criadores de ovejas churras o castellanas en régimen extensivo que este año se alimentan de unos pastos espectaculares gracias a la abundancia de lluvias. "Me queda un año para jubilarme y el lobo no me va a amargar la vida, no quiero quitar las ovejas y las venderé cuando yo quiera" se rebela Octavio Martín. "Si da más un lobo o dos en Sayago que los ganaderos que quedamos pues nos vamos a casa con una paga y punto, parece que eso es lo que quiere, cargarse toda una comarca y el pan de muchas familias". Este ganadero vaticina el final de las ovejas churras, características de Sayago, en sustitución de la assaf estabulada.

También en Salamanca

La solución para estos ganaderos es "sacar al lobo de los Arribes". No creen que los perros sean una solución en la comarca de Sayago, donde "las ovejas están extendidas por el monte y si el lobo viene por un lado, mientras el perro se entera o no ya la ha matado" argumenta Octavio Martín.

La inquietud va en aumento y ya hay ganaderos que duermen junto a los rebaños o están cambiando a los animales de sitio para intentar prevenir nuevos episodios. "Nos arriesgamos a que el lobo siga matando y no tenemos ninguna defensa, estamos abandonados; la administración sabe perfectamente lo que está pasando pero miran para otro lado" se queja Octavio Martín.

En la limítrofe provincia de Salamanca las organizaciones agrarias y la Asociación del Bajo Duero (Abaduero) reaccionaban ayer tras los ataques sufridos por varias ganaderías de la comarca de Vitigudino exigiendo a la Junta de Castilla y León "más contundencia en el control del lobo". Además, informa la agencia Ical, han pedido una reunión con el delegado de la Junta en Salamanca para reclamar medidas, entre ellas el cumplimiento de indemnizaciones y el lucro cesante.

Las organizaciones profesionales agrarias consideran "incompatible" la existencia de la ganadería en extensivo con los "numerosos ejemplares de lobo existentes por la zona", y ven "insuficientes e ineficaces" medidas extraordinarias llevadas a cabo como la vigilancia con mastines, los alambrados y otras alternativas ya aprobadas.

=