Los estudios de campo sobre las grandes capas de sedimento acumuladas por las avenidas del Duero, a lo largo de miles de años, en la zona de la desembocadura del Tormes, en Fermoselle, fueron finalizados por los investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e incluso los resultados presentados en un congreso en Dublín.

Uno de los investigadores de esta gran acumulación de arenas, Gerardo Benito, ha señalado que "tenemos pendiente hacer una publicación más extensa, pero se ha ido demorando porque hay otros trabajos que tenían también una fecha de finalización".

Los análisis de las capas de material sedimentado en la zona de Arribes da fe de que "las inundaciones más antiguas databan de hace 10.000 años, pero también hay una buena secuencia de las ocurridas en los últimos 400 años", según apunta el investigador. Tengo también tiene pendiente de publicar otro estudio realizado sobre las inundaciones históricas de Zamora capital, principalmente de los últimos 500 años, donde hicimos un modelo hidráulico reconstruyendo los niveles de agua en la zona de la ciudad vieja cerca del Duero.

El equipo formado por geólogos e hidrólogos recogen información sobre episodios "extremos" que luego desarrollan con las adecuadas metodologías de análisis y que pueden tener una aplicación para el diseño de infraestructuras (presas, puentes...) con la consiguiente optimización de los parámetros de seguridad.

Los sedimentos son dejados ahí por los torrentes fluviales y, en este caso, no solo están los depositados a lo largo de los siglos por las avenidas habidas en el Duero, también derivados de la regulación o de sueltas y turbinaciones derivadas de la gestión de los aprovechamientos hidroeléctricos asentados en este gran río. Uno de los objetivos es crear un registro de las principales crecidas del Duero en los últimos siglos según precisó en su día Gerardo Benito.

En la zona de Fermoselle fueron realizados unos cinco cortes -que se mandaron cubrir para evitar posibles riesgos- que prueban las inundaciones causadas por el Duero y que han dejado importantes sedimentaciones, en algunos sitios "de hasta cinco y seis metros".