La inestable meteorología marcó ayer el ritmo de afluencia a las playas del Lago de Sanabria, donde no se cubrió el aforo en la arena a lo largo de la mañana. Sí se detectó la llegada de veraneantes y residentes a sus segundas moradas en los pueblos. Las playas del Parque Natural están señalizadas y con supervisión de los trabajadores municipales, para controlar el aforo. En total 2.406 bañistas, que ayer no llegó a cubrirse por los 22 grados de temperatura y unas nubes amenazantes de lluvia.

Entre los primeros visitantes a la playa de Viquiella, una pareja asturiana, Jesús Castro y Elisa Polesel que pasarán el fin de semana en el parque Natural., Se constataba la presencia de turismos con matrícula suiza, luxemburguesa y francesa "que ya es una buena señal del turismo". Para estos dos vecinos de Pola de Siero las vacaciones no van a ser las habituales "antes de avión y ahora de furgoneta" con desplazamientos "más cerca de casa".

Los hosteleros de la zona del Lago están atentos al cambio de turismo de autocaravanas. En la playa de Custa Llago, Tomás Fernández, abrió el bar este viernes. La temporada "va, que no es poco". Esta semana se han dedicado a acondicionar el local con las nuevas medidas de distanciamiento y de desinfección, a la espera de los visitantes, que llegan con cuentagotas a la playa. En Viquiella esta semana, primera con control de aforo, "no se ha llegado a llenar" y a la espera de que la tendencia cambie con el calor. Los trabajadores reconocen que mayoritariamente se está cumpliendo el distanciamiento porque "la gente todavía tiene miedo". En paneles móviles el Ayuntamiento de Galende fija las normas de uso para evitar contagios y expone públicamente, por primera vez, la analítica oficial de las aguas de la playa, que están en buenas condiciones para el baño. Agentes de la patrulla de la Guardia Civil de El Puente realizaron ayer labores rutinarias de Seguridad Ciudadana en el tráfico de la carretera del Lago.