El cordel sanabrés volvió a poblarse esta semana de reses para recorrer el trayecto entre los pastos bajos y los pastos altos de la Sierra Segundera. Este viaje anual ha hecho compañeros de camino a ganaderos de la zona de Villardeciervos, Codesal y Sotillo y a defensores del lobo de la Sierra de La Culebra, y lo hacen por el Cordel sanabrés o la Brea sanabresa.

"Es una lástima que las cañadas y la trashumancia se pierdan" dice Miguel Garijo Castelló, gestor de la empresa de observación del lobo Aherca y firme defensor de la conservación de esta especie. Montado a caballo espera en el abrevadero y sesteadero de Robledo a que más de 160 reses retomen el camino después de las horas de calor de la tarde. "La trashumancia es beneficiosa y es una manera en la que se lleva el ganado de manera controlada". Vive una experiencia especial.

Daniel García es uno de los ganaderos que lleva la vacada desde Codesal, junto con Antonio Canas, que ya subió unos días una primera remesa de animales. Pastores y ganaderos no pierden de vista los animales en el trayecto, salvo las hembras que acaban de parir y que no podrán seguir la marcha. En cuanto el ternero cobre fuerzas podrá acompañar a su madre, que seguirá el rastro de la vacada.

Hay otros problemas más graves: "el robo de ganado en la Sierra. Desaparecen muchas cabezas de ganado, y no por fauna salvaje". Los pasos de la vía del tren dan muchos problemas, como la falta de conservación del cordel sanabrés. "Está intransitable" apunta Garijo. Los abrevaderos "en el río y poco más". Faltan refugios "para secarte y cambiarte si te mojas". Llevan apoyo de algún vehículo, en este caso el conductor es José García.

Hay ocupación de la cañada, cierres "y gente que no quiere que pasemos". Roban los cachorros y recogen a los mastines sueltos que "están abandonados" cuando lo que hacen es su trabajo de vigilar el ganado. Miguel defiende el uso de los mastines, pero pide más agilidad y apoyo de la Junta. De los ganaderos llama la atención que son muy jóvenes y animan a que más realicen la trashumancia. El alquiler de las sierras "genera un beneficio para los pueblos por el alquiler". Los ganaderos que viven todo el año en el pueblo se lamentan de que algunos como Villardeciervos "se convierta solo en un pueblo turístico. Donde no quieren ruidos y hasta piden que quitemos el caballo de fincas y los cencerros que nos son necesarios".

Miguel es partidario de gestión y colaboración, además de indemnizar los daños cuando si cumplen las medidas preventivas y piden un control sanitario de la fauna. "De nada sirve saneamientos si luego el lobo trasmite la sarna o los ciervos tienen brucelosis".