La iglesia parroquial de "San Miguel Arcángel" con un grave deterioro en su estructura y la alarma social creada por la crisis sanitaria global del coronavirus obligan al pueblo zamorano de Sarracín de Aliste a celebrar los funerales en la vía pública, en la calle periférica del casco urbano donde se ubica el velatorio. Un problema al que ni las autoridades ni los vecinos ven solución a muy corto plazo. Solo a medio con su restauración.

Los problemas comenzaron el día 7 de abril de 2019 cuando se detectaron grandes deterioros en el templo lo cual llevo al cura Fernando Lorenzo, autoridades y vecinos a consensuar al cierre inmediato de la iglesia al culto porque no había garantía para los feligreses.

La solución pasó por trasladar temporalmente la celebración de los actos al salón social del pueblo cedido por el Ayuntamiento. Allí se trasladaron los bancos y se habilitó un pequeño altar con la presencia de los principales imágenes: San Miguel Arcángel (Patrono del Pueblo), San Antonio (Patrono de los Mozos) y la Virgen María.

La pandemia trajo consigo un nuevo problema al pueblo, - hasta ahora sin ni ningún caso positivo de Covid-19-, tras permitirse la celebración de los funerales incluso durante el Estado de Alarma en las iglesias, pues Sarracín ahora mismo no la tiene y por tanto estos en teoría deberían celebrarse en el salón social. Pero el salón social da puerta con puerta con la cocina del comedor social de la tercera edad donde se elabora la comida para las personas mayores de Sarracín, Riofrío de Aliste Cabañas y Abejera de Tábara,, además de para Ferreras de Arriba y Otero de Bodas. El problema surge al llegar los sepelios por personas fallecidas en otras provincias y regiones.