Al menos dos ejemplares de oso han provocado daños en sendos colmenares de la Alta Sanabria, en los términos de Hedroso (municipio de Lubián) y Porto, entre el pasado domingo y este miércoles. La asociación profesional de apicultores Apis Durii tras informar de los daños, pedía la colaboración de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente para agilizar las ayudas a los apicultores afectados. Desde la asociación reconocen que "la presencia del oso es un importante indicador medioambiental, pero hay que ayudar a los apicultores con medios para prevenir los daños y agilizar el pago de las indemnizaciones".

El primero de los ataques se produjo el domingo en el término local de Hedroso en el colmenar de un apicultor del vecino pueblo de Aciberos. En este ataque se dañaron 5 núcleos ubicados en el paraje de la Fraga da Osa. Uno de los agentes medioambientales más experimentados de la Alta Sanabria avisó al propietario, que no se lo creía porque el sábado había revisado el colmenar y todo estaba normal. El colmenar estaba protegido en una finca cerrada con piedra y un alambre para evitar a las vacas. Junto con el agente medioambiental revisaron la zona y aunque en un primer momento el apicultor apuntaba a un tejón, a medida que fueron revisando el colmenar encontraron la trinchera por la que pasó la cama donde se tumbó para darse la comilona, además de unos hierros doblados que descartaban al tejón como autor.

Los daños son importantes para las pequeñas explotaciones familiares, en este caso de unas 200 colmenas en ocho ubicaciones, que además de perder los núcleos y tener que hacer la reposición, la producción iba a estar al máximo en 15 días. El pasado año en alguna de las colmenas cosechó 46 kilos de miel. "Ya no duermo" dice el propietario ya que tiene un colmenar en el que ha invertido mucho dinero para poder dedicarse a la apicultura y vivir de ella "pero si entra y pone patas arriba 100 colmenas, es la ruina". De momento ha instalado un pastor eléctrico de las vacas, prestado por un familiar para evitar otro percance.

Como vecino del pueblo "es una noticia buena y me alegro que el oso vuelva a la Fraga Da Osa, pero que la Administración nos ayude en lo que pueda porque nos hemos liado con este negocio para poder vivir". Reconoce que hasta ahora "estábamos acostumbrados a los problemas cotidianos, de enfermedades y así, pero esto no nos los esperábamos". El apicultor sí estaba al tanto de las incursiones del oso desde Valdín y los daños en Pías, pero no se imaginó que llegara hasta su zona.

Un segundo oso atacó, entre el lunes y el miércoles, otros dos colmenares propiedad de José Bruña Pérez, provocando daños en 4 colmenas, tres en la primera incursión y una en la segunda. José Bruña grababa los daños en su colmenar con claras evidencias, las huellas del oso plasmadas en uno de los cuadros que pisó. La Guardería Medioambiental ha facilitado un pastor eléctrico para prevenir la entrada del plantígrado, además de verificar al autor de los daños y colaborar en la adopción de medidas preventivas y de seguimiento.

Los colmenares estaban situados en los parajes de El Carballo y Catarrucha junto al mirador de las Estrellas próximo al límite con el término orensano de Valdín. Tras una primera incursión donde se afanó con tres colmenas, que pudo ser entre el lunes y el martes, volvió a otro colmenar donde se conformó con una colmena. José Bruña señaló que en estos momentos las colmenas tendrán unos 15 kilos de miel además de las larvas, lo que permitió al oso saciarse y no continuar con el destrozo. Entre los dos colmenares hay una distancia de dos kilómetros, y están bastante alejados de los atacados en Hedroso.

José Bruña supone que no es el mismo animal, y supone que procede de la zona de Valdín -donde ha habido ataques el pasado año y puede ser el avistado en Pías y Villanueva-. Si fuera el mismo de Hedroso, además de la distancia, tendría que haber sorteado un embalse, a lo que hay que sumar que a lo largo de este trayecto tenía otros colmenares más cercanos que no han sido dañados. Cree que hacía el camino de vuelta a la vecina provincia de Ourense.

Bruña reconoció que "no me lo creía" pero las evidencias constatadas por la Guardería Medioambiental no dejan dudas. Las declaraciones del apicultor portexo no dejan dudas de su posición "si nos dan medios, hay sitio para todos. Ahora estamos un poco perdidos y nos tienen que enseñar, asesorar y ayudar para convivir con tranquilidad". Señalar que el colmenar afectado estaba "blindado" con un metro de pared de piedra y otro metro de alambrada para evitar daños del ganado o de la fauna salvaje. Aunque lo menos esperado fue la facilidad con la que entró el plantígrado.

Instalar en estos momentos pastores eléctricos supone un coste de más de 5.000 euros para proteger los ochos colmenares que Bruña tiene distanciados y repartidos por el término local. Un vecino le comentó hace tiempo que vio en Valdeinfierno un oso pero no lo tomó en consideración, ahora "sí lo creo".