Nuestra Señora la Virgen de la Ribera ("La Riberiña"), la romería popular internacional más ancestral compartida por dos paises de Europa no podrá celebrarse hoy, por primera vez desde hace 738 años.

La crisis sanitaria global originada por el coronavirus dejarla sin misa, sin procesión y sin mercado a los miles de devotos alistanos que desde tiempo inmemorial se dan cita en las cercanías del río Manzanas para poder venerarla.

La "Riberinha" trasmontana, "Riberiña" alistana forma parte de las marianas "Siete Hermanas" de España y Portugal junto a la "Virgen de la Luz" (Constantim) y "El Nazzo" (Povoa), portuguesas, y "Virgen de la Salud" (Alcañices) "La Soledad" (Trabazos) "Virgen de Arboles" (Carbajales) y "La Encarnación" (Villalcampo). Mientras en la mayoría de las romerías no existen datos concretos escritos, sobre su más antiguas celebraciones en "La Riberiña" la leyenda es historia real. Es a nivel internacional la madre de todas las romerías hispanolusas.

El ya muy lejano día 11 de febrero de 1282 marca la historia de Nuestra Señora la Virgen de la Ribera: la capilla de "Santa María" del Palacio Real de Barcelona, -luego de Santa Agueda, acogía la "Boda por Poderes", celebración en latín, entre Isabel de Aragón, con el rey Don Dinís, de Portugal. El casamiento fue algo excepcional pues la princesa Isabel, nacida en el Castillo de la Aljafería de Zaragoza, era sólo una niña, aún ni había cumplido los años.

Era ella hija de Pedro III de Aragón y de Constanza de Sicilia y por consiguiente la nieta de Jaime I "El Conquistador" y esposa del "Rey Labrador" tan culto (fundador de Universidades como las de Coimbra y Lisboa) y poeta como un incorregible adultero. De su educación se encargó Santiago I, abuelo materno, que llegó a sentenciar: "Tú serás la peerla más explendorosa del Reino de Aragón".

Aunque fue pedida en matrimonio por ricos y apuestos príncipes de Inglaterra y Nápoles, la elección no pudo ser peor para ella: un auténtico "Trepa". La unión por "Poderes", Isabel en Barcelona, y Dinís en Portugal, trajo consigo que ni siquiera se vieran los cuatro meses siguientes: el 26 de junio en Trancoso. Fue, la hoy conocida como la "Mas amada mujer de Portugal", la que tomó camino hacia su nuevo reino y en unos tiempos donde las comunicaciones eran un calvario, la comitiva real cruzaba la frontera, siguiendo por la "Vereda Vieja de Galicia" por Puercas, Valery Bercianos para cruzar el río Manzanas entre San Martín del Pedroso y Quintanilha con destino a Coimbra. Esto sucedía en la mañana del último domingo de l año1282 pues la comitiva real se encontró con los alistanos y los trasmontanos en plena procesión con "La Riberinha", acercándose para conocer su historia.

La sorpresa fue mayúscula para los alistanos y trasmontanos admirados ante la que sería también la reina y protectora de Aliste y Tras Os Montes. En ese viaje adoptó una niña alistana que se había quedad o huérfana y sin nadie que la cuidara. Esa niña sería luego la conocida como "Dama Blanca de la Esperanza" que la reina enviaba a llevar víveres dinero y ropas para las familias más necesitadas alistanas y trasmontanas.

La "Reina Niña", a la que casaron por interés, se dio cuenta que su verdadero y gran amor eran los alistanos y los trasmontanos y su "Riberiña", mientras una anciana de vestimenta negra le contaba la historia: "Quintanilha tenía como pastora a una niña muda y sorda de nacimiento que cuidaba su rebaño de ovejas en la montaña que mira al Monte Pedroso. Allí se le apareció la Madre de Dios y la niña salió corriendo hacia su aldea contando a voces la aparición para sorpresa de sus paisanos que ni por un momento lo dudaron pues el milagro era un hecho, la portuguesiña hablaba y oía por primera vez:" como retrata el cantara: "Pastorciña, dice la Virgen, / cobra el aliento y ve a decir, / que hagan aquí una ermita / para consagrar mi ser" como medianera de "La Raya". Otro verso menciona: "El día de concurrencia / es de gala nacional / porque Isabel, Reina Santa/ por aquí vino a Portugal".

A partir de ahí fue la reina Isabel la más fiel devota de "La Riberinha" y la protectora de los alistanos y trasmontanos. El milagro y cantar de las "Rosas de Enero" típico de Aliste y Tras Os Montes tiene su origen precisamente en ella, una mujer que tuvo que aguantar a un gran rey, el "Rey Labrador", pero empedernido mujeriego por lo que ella reconocía "Vivo vida muito amargosa".

Un día invernal, envueltas en su saya doblada intentaba sacar del palacio monedas para los pobres alistanos y trasmontanos, pero fue sorprendida por Don Dinís de muy mal humor y desconfiado: " ¿Que llevas bajo tu mandil Isabel"; "Rosas" contesto ella; "Flores en enero" indicó él entre humillantes risas "Si mi Señor". Al levantar el mandil las monedas de plata y oro se habían convertido en flores rojas, amarillas y blancas. Estupefacto quedó el Rey al ver flores en tiempos frías de heladas.