La Junta defenderá las ayudas al sector remolachero en la negociación de la nueva Política Agraria Común (PAC) con el objetivo de garantizar la continuidad de un cultivo estratégico, porque no solo genera empleo sino porque también contribuye a fijar población en Castilla y León. Así lo anunció ayer el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en la visita realizada a la fábrica de Azucarera en La Bañeza, durante la que garantizó la decidida apuesta del Gobierno regional por el cultivo remolachero, tras valorar que constituye un "sector estratégico" en la región y que es preciso mantener las ayudas en la nueva PAC.

De hecho, la remolacha es uno de los sectores agrarios más tecnificados y profesionalizados y supone la base de buena parte de los regadíos de la región, además de estar íntimamente ligado a la industria y el medio rural. De hecho, la remolacha es uno de los cultivos con mayor relevo generacional, ya que el 17,5% del total de productores son jóvenes agricultores. En la actualidad, 2.916 cultivadores se dedican a la producción de remolacha en Castilla y León, de los que el 9%, un total de 259, se mantienen en activo en la provincia de Zamora y que, durante el pasado año, sembraron de raíz 1.879 hectáreas. Al margen de los cultivadores, la industria asociada al sector emplea a 1.300 trabajadores, de los que 800 forman parte de la plantilla de Azucarera. En su conjunto, el sector remolachero genera 4.200 empleos directos, sin contar los indirectos asociados a otros colectivos como el de transportistas, maquileros, hostelería o proveedores de servicios. En los últimos años, el sector ha realizado una importante inversión en la mejora del cultivo, especialmente en cuestiones relacionadas con la genética de las semillas, la obtención de variedades resistentes a enfermedades o la optimización del riego y el abonado.