La carretera de Moraleja del Vino a Zamora (ZA-610) permanece desde ayer cortada al tráfico coincidiendo con el inicio de las obras de la pasarela aérea que construye la cooperativa Cobadu para comunicar la zona de la fábrica con el área comercial proyectado en la parcela situada en frente de la sede central, al otro lado de la carretera.

Las obras del paso peatonal elevado obligan a mantener cortada la carretera durante cuatro semanas, de tal forma que los conductores deberán utilizar el desvío por Cobadu. Una alternativa que conlleva uno rodeo de unos 4 kilómetros, para acceder a Moraleja del Vino y pueblos del entorno como Sanzoles o Venialbo, por los que atraviesa la carretera ZA-610 que comunica con la capital zamorana.

A las 14.00 horas de ayer quedaba cortada la carretera de Moraleja desde la rotonda que da acceso a Cobadu; a pesar de que se ha señalizado el desvío en cada uno de los cruces, operarios se situaban en la zona del corte de la carretera de Moraleja, desde el cruce del camino rural que enlaza con Villaralbo para informar a los conductores de esta nueva situación provisional.

La situación del tráfico era tranquila en los inicios del corte, aunque era inevitable la confusión de algunos conductores hasta que se habitúen a esta desvío provisional durante aproximadamente un mes. Una de las medidas es la colocación de una señal de stop en la carretera ZA-610 en dirección a Moraleja, junto en el cruce con el camino rural que comunica con Villaralbo. En esa zona se ha colocado señalización horizontal y vertical.

El acceso a las instalaciones de la cooperativa desde Zamora estará permitido para todos los vehículos. En cambio, el acceso desde Moraleja y desde Villaralbo estará restringido al uso exclusivo de transportistas, vehículos agrícolas y propietarios de parcelas.

La construcción de la pasarela peatonal da continuidad a las obras del área comercial proyectado por Cobadu, que ya ha comenzado con la construcción de un taller de neumáticos y seguirá con la gasolinera, almacén de productos agropecuarios, salón de actos, cafetería o un gran supermercado, además de los servicios a socios como seguros o liquidación del cereal.

La cooperativa tiene una previsión de dos años para que el complejo entre en funcionamiento. Esta zona quedará diferenciada de la parte fabril, que se concentrará en las actuales instalaciones de Cobadu.