En apenas quince días la ganadería del Ayuntamiento de Almaraz de Duero ha sufrido cuatro ataques de buitres. Como denuncia el alcalde, José Martín, las aves carroñeras han acabado con la vida de tres terneros recién paridos y dos vacas parturientas.

Nunca, en los 6 años de vida de esta pionera explotación municipal, se habían producido estos episodios, y menos en tan corto periodo de tiempo. Por eso, la primera medida será trasladar a las novillas más débiles que están preñadas a otra zona para intentar evitar el acoso de los buitres. "Las tenemos que sacar de ahí sino no las controlamos" expresa el empleado municipal que vigila a diario la vacada que pasta por los montes y praderas de Almaraz, cerca del Duero.

Como apuntan desde el Ayuntamiento, el primer ataque se produjo hace unos quince días y las víctimas fueron dos terneras recién paridas. "La vaca se salvó, aunque tenía alguna picada atrás, en la matriz; pudo escapar, pero las crías no, eran preciosas y las perdimos. Se comieron un ternero cuando no había terminado de salir" lamenta el alcalde.

Tras aquel susto, llegaron los del pasado jueves, viernes y domingo. De nuevo las novillas parturientas fueron el objetivo de decenas de buitres al acecho que "aprovechan" la debilidad e indefensión de los animales para atacar. "Los buitres anidan al lado, en los peñascos del río y como ahora no tienen comida, atacan" apunta el alcalde José Martín. Desde que en el año 2002 saltó la crisis de las "vacas locas" la normativa sobre gestión ganadera es mucho más restrictiva, obligando a incinerar los cadáveres de ganado en lugar de dejarlos en el monte como fuente de alimento para las carroñeras.

Frente a las posiciones científicas que rechazan la posibilidad de que los buitres, como aves necrófagas, ataquen al ganado vivo, se suceden las manifestaciones y denuncias de ganaderos que sostienen lo contrario. "Las vacas estaban sanas, pero en el parto no se defienden bien y en cuanto se tumban, allá van. Están atacando a animales vivos" precisan desde el Ayuntamiento de Almaraz.

El alcalde lamenta que "las administraciones se preocupen más de los animales salvajes que de las explotaciones ganaderas que sustentan el mundo rural. Si a los buitres no les dan comida porque te obligan a retirar a los animales muertos, pues lógicamente andan hambrientos y atacan. Aquí lo tienen muy fácil, estamos muy cerca de zonas donde crían y no puede ser que tengamos que estar en vilo y andar cambiando a las vacas de un lado a otro".

En contraposición a denuncias de los ganaderos, de las que se hacen eco los medios de comunicación, en una reciente carta a una revista sobre ciencias naturales, investigadores españoles apuntan que los "supuestos ataques de buitres" a ganado vivo se han convertido en un imán para noticias falsas, generando alarma social y conflictos ambientales injustificados que ponen en riesgo de conservación de las aves carroñeras.