Los niños y niñas dejarán de ser parte de las bodas tradicionales religiosas típicas de las parroquias con la reapertura a partir del próximo día 11 de mayo de las iglesias al culto durante la desescalada. Así lo establecen las medidas restrictivas por causa de la pandemia del Covid-19 por la Diócesis de Astorga (León) a la que pertenecen numerosos pueblos de Aliste.

El documento presentado a los feligreses por el Obispado de Astorga, a través del Administrador Diocesano José Luis Castro Pérez, comienza recordándoles que durante la fase 0 se mantendrá el "culto sin pueblo" con "atención religiosa personalizada poniendo atención especial a los que han perdido a seres queridos". A partir del día 11 de mayo dará comienzo la fase 1 donde ya se permitirá la asistencia grupal, pero no masiva, a los templos, "sin superar el tercio del aforo (30) con la celebración de eucaristías dominicales y diarias". Llegado el día 25 de mayo, "si la evolución de la pandemia lo permite, se podrá proceder al restablecimiento de los servicios ordinarios y grupales de la oración pastoral con los criterios organizativos y sanitarios de higiene y distancia entre personas, adecuados ya a un aforo ampliado a la mitad de la capacidad del templo".

En principio la capacidad de los templos y el aforo a respetar no parece que vaya a ser problema dado que en la mayoría de los pueblos la tónica general es la despoblación, quedan muy pocos niños y jóvenes, en algunos casos ninguno, y a la vez desde el Obispado de Astorga "se sugiere a personas de riesgo, mayores y enfermos, que consideren la posibilidad de quedarse en casa y sigan las celebraciones por los medios de comunicación": televisión e Internet. Se da la circunstancia que el grueso de los feligreses son precisamente las personas de la tercera edad.

Las medidas restrictivas que aplicará la diócesis de Astorga afectan de manera directa a las celebraciones más tradicionales y populares como son fiestas patronales, bodas, bautizos y entierros.

En el sacramento del matrimonio se especifica muy claramente que "los anillos y las arras deberán ser manipulados exclusivamente por los contrayentes" con lo cual desaparecerá la estampa típica de los niños y niñas portándolas. Así mismo se pide mantener "la debida prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos, así como la entrega de la documentación correspondiente".

En cuanto al bautismo se opta por el rito breve: "En la administración del agua bautismal, hágase desde un recipiente al que no retorne el agua utilizada, invitando cualquier tipo de contacto entre los bautizados". Pata las unciones "se puede utilizar un algodón o bastoncillo de un solo usos, incinerándose al terminar la celebración". Lo mismo se hará en sacramento de la confirmación.

Las históricas pilas bautismales situadas en las entradas de las iglesias mostrarán una imagen atípica pues para evitar contagios ya no tendrán agua bendita: "se recomienda que estén vacías, que las puertas se mantengan abiertas a la e entrada y a la salida de las celebraciones para no tener que tocar las manillas y que los fieles usen mascarilla con carácter general" porque "todos tenemos que seguir cuidando y cuidándonos".

Otra de las novedades llega en la unción de los enfermos, donde también se optará por el rito breve y "los sacerdotes muy mayores o enfermos no deben administrar este sacramento a personas infectadas por coronavirus". Los santos óleos se administraran con algodón o bastoncillos.

Llegados al sacramento de la reconciliación y los momentos de escucha de los fieles: además de las medidas generales, se ha de escoger un espacio amplio, mantener la distancia social asegurando la confidencialidad. Tanta el fiel como el confesor deberán deberán llevar mascarilla" y al acabar se aconseja reiterar la higiene y la limpieza de superficies".

En la Diócesis de Astorga como en todas existen muchos templos que son auténticas joyas a nivel arquitectónico y religioso atrayendo cada año a miles de visitantes. Pues bien, durante las fases 1 y 2 de la desescalada no se permitirán visitas turísticas a iglesias y ermitas.

En cuanto a la celebración de actividades al aire libre que tienen lugar habitualmente cada verano organizadas por la Diócesis como campamentos y convivencias "será necesario ir fijando criterios desde la viabilidad, la procedencia y la seguridad, según determinen las autoridades competentes.