La emergencia sanitaria provocada por el coronavirus crea gestos impensables hace nada en la sociedad. Un "todos a una" que no distingue de clase ni condición, como demuestra la avalancha de manos que contribuyen a dotar de material, por rudimentario que sea, a una sociedad temerosa ante el fácil contagio de la enfermedad.

A las múltiples iniciativas de asociaciones o particulares, muchos grupos de mujeres organizados y trabajando como hormiguitas, se suma la de los internos de la prisión de Topas, confeccionando mascarillas y batas en el taller de corte y confección, el único que permanece abierto en el centro penitenciario desde que se declaró el estado de alarma.

Residencias, ayuntamientos y hospitales de Zamora y Salamanca son los destinatarios del material que confeccionan unos 15 internos, dirigidos por las dos maestras del taller que son personal laboral de Instituciones Penitenciarias, supervisando las labores. Vecinos de pueblos de Zamora ya utilizan las mascarillas salidas del taller de la prisión, como es el caso de Venialbo donde el alcalde ha entregado en un sobre dos mascarillas por domicilio. También las han solicitado las residencias de Villabuena del Puente y Argujillo o los ayuntamientos de Villalonso o Fresno de la Ribera.

Producción

Entre 500 y 600 mascarillas diarias, además de batas, salen del taller que se surte con material donado por empresas de Salamanca. "Nosotros aclaramos en las donaciones que se trata de material sanitario no homologado, las mascarillas se componen de una triple capa de tela de algodón y para su adecuada desinfección deben lavarse a una temperatura de 70 grados para que tengan una utilidad práctica" explica Carlos García, director de la prisión de Topas, que da cobertura a las provincias de Zamora y Salamanca.

La emergencia sanitaria provocada por el coronavirus ha obligado a cambiar la actividad productiva del taller, ahora destinado exclusivamente a la confección de mascarillas y batas. "Es una vía de doble dirección, por una parte, la donación que hemos tenido de empresas y nosotros, además de utilizarlo como refuerzo para la plantilla del centro, pues todo aquello que vayamos confeccionando y que podamos darles salida a instituciones de Zamora y Salamanca, nosotros encantados" precisa Carlos García, quien destaca la "labor solidaria que están desarrollado los internos".

El taller de confección de la prisión de Topas estará a pleno rendimiento confeccionando batas y mascarillas mientras dure la emergencia sanitaria y el material se irá repartiendo entre las instituciones o entidades que lo demanden. "Ojalá que podamos contribuir a paliar esta situación tan dramática" apunta el director del centro.

Incidencia

Sobre la incidencia de la pandemia en Topas, Carlos García confirma dos casos positivos en la plantilla de personal y en torno a 40 funcionarios y personal laboral "que guardan cuarentena en sus casas y están a la espera de que les puedan hacer los test". La situación en el centro "es tranquila, la población reclusa está teniendo un comportamiento extraordinario y es destacable esa labor diaria de los funcionarios tratando de transmitir que es una situación absolutamente excepcional para todos y cualquier conflicto que pudiera surgir redunda en perjuicio de la población reclusa y de todos en general".

Carlos García indica que dentro de la población reclusa "no hay ningún caso confirmado. La gente que ha regresado de permiso o algún ingreso guarda en el departamento de ingresos la cuarentena correspondiente y una vez que pasan 15 días si no son sintomáticos pueden pasar a los módulos. Se están tomando todas las medidas porque si surgieran casos nos dificultaría nuestro trabajo diario".