La farmacia de Palacios de Sanabria tiene los días contados tras el burofax recibido por la farmacéutica, Yolanda Escribano Aragón, que para el primero de mayo tendrá que abandonar el local. La titular de la farmacia lleva varios meses a la búsqueda de una solución y encontrar un local asequible para hacer el traslado y lo más importante "seguir prestando el servicio a los vecinos". El Ayuntamiento de Palacios de Sanabria ha puesto a su disposición un inmueble, el local social, pero sin acondicionar. Las obras con un coste que puede rondar los 25.000 euros según el grupo Ahora Palacios, son inasumibles para la titular.

La afectada presentó en el Ayuntamiento explicando la situación, tras una subida importante de la renta que pagaba por el local, de 395 euros a 800 euros. Al comunicar que no puede pagar esa cantidad, se le conmina a dejar el local el primero de mayo.

Yolanda Escribano quiso comprar el local en el que está actualmente pero el precio era inasumible, tampoco ha encontrado algún local que cumpla los 70 metros que le exige Sanidad y también ha intentado adquirir algún terreno pero "el suelo es caro".

Como no encontraba nada "pensé que el Ayuntamiento podía ayudar, como ayudan otros ayuntamientos facilitando local para su farmacia".

En sus conversaciones con el equipo de Gobierno se comprometieron a evitar que desaparezca la farmacia, facilitando precisamente un local situado al lado del consultorio médico de Palacios. Este local tiene los 70 metros cuadrados que se exige, una superficie que permite además contar con las cuatro divisiones que exige la ley, entre otras para el laboratorio con agua caliente y despacho al público.

Las obras necesarias son la sustitución de ventanas y puertas, además de las cuatro divisiones interiores y un falso techo, valorado en unos 25.000 euros. No sería necesario ningún tipo de mobiliario con el que cuenta la titular.

Los obstáculos vienen de Secretaría-Intervención, más que del equipo de Gobierno que argumenta el techo presupuestario. La farmacéutica señala que el local nuca será de su propiedad y que es un edificio del pueblo. Todas las mejoras que se hagan "quedarán para el pueblo". La farmacia rural es uno de los sectores más castigados económicamente en el ámbito de la sociedad, pero es uno de los servicios más imprescindibles para la población.

A parte del tema de las obras, el principal problema es "el servicio asistencial que presta la farmacia. El 80% son personas mayores, que no tienen coche para ir a otro pueblo por las medicinas". En muchos casos "hasta se las acerco yo a casa. Es un servicio que no está pagado pero que sí es muy valorado por las personas mayores". Las farmacias "somos el primer servicio sanitario a pie de calle con el que se encuentran los vecinos y que son los usuarios los que sí lo valoran".

Yolanda Escribano se afincó hace 12 años en Palacios, donde ha formado una familia y a la que le duele abandonar el pueblo "porque mis hijas lo único que conocen es Sanabria" y verse obligada a regresar a su ciudad natal, Valladolid. "Que se sepa que yo no quiero irme de aquí, y que todos los vecinos sepan que he hecho todo lo posible por buscar una solución para quedarme" afirma la afectada. El problema no surgió recientemente, sino meses antes de la declaración del Estado de Alarma, que vino a complicar la situación porque la Corporación local no celebra sesiones plenarias donde valorar la petición de un local y su acondicionamiento.

La portavoz de la oposición de Ahora Palacios, Irene Fernández Vidueira, señaló que desconocía la situación hasta hace unos días en que la farmacéutica le expuso la situación y las gestiones que había hecho. "El alcalde no nos ha informado de nada" y señaló que "si en el pueblo solo tenemos tres servicios para los ciudadanos, lo que no podemos hacer es dejar perder ninguno, y mucho menos la farmacia. Al contrario, si tenemos tres tenemos que procurar que se aumente".

La farmacia "no es solo para los vecinos de Palacios, sino para bastantes pueblos de la zona de la Requejada y de pueblos colindantes a Palacios". En cuanto al gasto de reforma del local municipal "hay que dar prioridad a inversiones como estas, porque lo que no podemos es perder un servicio tan importante como este. Hay que ser un poquito coherentes porque si se cierra y se pierde la farmacia no se vuelve a recuperar. Eso no nos lo van a perdonar los vecinos", denuncia Irene Fernández. La concejala añade que la población es de personas mayores para las que el médico y la farmacia son fundamentales.