El cierre de la hostelería comarcal afecta de manera directa a los trabajadores de las empresas subcontratadas para las obras del trazado de Alta Velocidad (AVE) que continúan con las obras y sin servicios. El presidente de Azehos señaló que para unas obras que acumulan varios años de retraso "poco importan tres meses de retraso más". El presidente de los hosteleros también reconoció que muchos de los trabajadores "son de la zona, con lo que hay pocos desplazamientos".

Las pequeñas empresas auxiliares de construcción de la comarca que han visto ralentizada su actividad, han ofrecido su maquinaria a la Diputación provincial y los ayuntamientos que lo necesiten para hacer labores de desinfección con cloro en las vías y lugares de uso común, para evitar la expansión del coronavirus. En este caso hay disponibles al menos dos cisternas de gran capacidad.

El diputado comarcal, Ramiro Silva, señalaba para hacer eficaces las labores de desinfección se van a coordinar los servicios que pudieran estar disponibles "vamos a solicitar la colaboración del Centro de Conservación de Carreteras de Rionegro, para que con sus vehículos, rocíen las travesías de las carretera Nacional 525. Con cierto alivio, Silva señaló que la Diputación ha recibido los primeros EPIs para empezar a distribuir en la residencia de Toro y entre el personal de Ayuda a Domicilio.

A las empresas de recogida de basura domiciliaria se les ha dado instrucciones para que procedan a la desinfección de contenedores, a medida que puedan disponer de productos de desinfección. Más complicado, por falta de tractores con dispensadores apropiados, es contar con los ganaderos de la zona para sumarse a la desinfección de las calles de los pueblos, a diferencia de otras comarcas, donde cuentan con vehículos de mayor capacidad. Pese a estos contratiempos algún ganadero ya se ha ofrecido a garantizar la desinfección en zonas que aún permanecen abiertas, como la gasolinera de Castro que da servicio al tráfico de mercancías de primera necesidad desde Galicia a la meseta.