El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Fermoselle expresa su reconocimiento público al recientemente fallecido Marqués de Griñón, Carlos Falcó, "por ser una de las personalidades que primero supieron ver el potencial y la excelencia" de Fermoselle.

El Equipo de Gobierno fermosellano, con el concejal José Antonio de la Torre Berdin al frente del área de Agricultura , ha mostrado además sus condolencias a la familia, poniendo de manifiesto que Carlos Falcó, "desde su faceta de bodeguero, mantuvo una relación muy estrecha con el municipio de Fermoselle, siendo pregonero de la fiesta de la vendimia en el año 2000 y reconocido con el galardón de la Uva de Oro de la Asociación Vino de la Tierra de Arribes del Duero.

El anuncio de la llegada del Marqués de Griñón para la puesta en marcha de una bodega en el término de Fermoselle despertó todas las curiosidades, tanto por la inversión como por las nuevas concepciones vitivinícolas de un hombre de primer orden en el sector.

El desembarco de Carlos Falcó produjo una disparidad de criterios entre los partidarios de mantener el tradicionalismo con una concepción vanguardista. Fue más que anecdótico el contraste dado en una cata de vino, entre la cooperativa local y la nueva Bodegas Dirius. Mientras en la vieja instalación se servía el vino en vaso de plástico en la novísima bodega se dispensaba en una copa de cristal resplandeciente y con una etiqueta digna del señorío. Fue una de las muchas lecciones impartidas solo con los gestos.

Finalmente los viticultores de Arribes aceptaron la entrada del Marqués de Griñón, que modificó en Las Llagonas los modos y maneras de cultivar y de presentarse al mundo.

Fue un hombre motor del desarrollo y, en su pregón de la Fiesta de la Vendimia pronunciado en Fermoselle, un 22 de septiembre de 2000, animó nada menos que "a conquistar el mercado de los cinco continentes". Su presencia en la villa llenó la Plaza Mayor de ánimo y positivismo.