Titulares de establecimientos hoteleros de Sanabria y de la parte orensana donde siguen adelante las obras del Tren de Alta Velocidad (AVE), así como trabajadores sanabreses inmersos en las mismas, han mostrado su sorpresa y desconcierto por el hecho de que se haya permitido en una situación de emergencia sanitaria el desplazamiento a las obras de grupos de trabajadores procedentes de otras comunidades, algunas tan distantes como Cataluña o Extremadura.

Los hosteleros han tenido que negarles el alojamiento por el hecho de mantener cerrados los establecimientos en cumplimento del Real Decreto de 14 de marzo por el que el Gobierno Nacional declara el estado de alarma.

Por su parte, los trabajadores de la zona, que regresan cada día a sus hogares, han visto con recelo y preocupación estas incorporaciones porque temen que puedan ser un foco de difusión de la pandemia. "El miedo es que son gente que procede de León, Asturias, muchos de Madrid y que están fuera los fines de semana y los lunes vuelven al trabajo. Puede existir un problema" señala uno de los obreros sanabreses, con familia.

Los trabajadores procedentes de otras comunidades, por su parte, se encontraron al regreso de sus respectivos destinos de descanso, el pasado domingo, con la imperiosa necesidad de buscar de nuevo dónde pernoctar y dónde comer, ya que los hosteleros a los que llamaron para pedir pensión y manutención habían cerrado sus negocios. Esos mismos hosteleros han expresado su sorpresa "porque se haya permitido la llegada de grupos obreros, de España y Portugal, en casos agrupados en una sola furgoneta".

Para algunos titulares de la hostelería esta situación parece una contradicción a las medidas adoptadas para no dar pie a la propagación del coronavirus entre la población. En su criterio lo más correcto hubiera sido parar las obras de AVE. "Si llevamos ocho años con ellas bien podían haber parado unos días, hasta que se recupere la normalidad" expresan fuentes del sector hostelero que, hasta la entrada en vigor del decreto, han tenido hotel y restaurante abierto a los obreros.

"Estoy sorprendida de que me llamaran porque iban a venir a trabajar y preguntaran si les dábamos alojamiento. Tenemos cerrado desde el minuto cero. Les hacen venir a trabajar desde Barcelona, Asturias y otras comunidades" expresa una hostelera sanabresa, que considera que lo más atinado sería no permitir el movimiento de obreros desde otras comunidades, sin siquiera saber si son portadores del virus.

Fuentes del sector obrero afirman que pueden paralizarse las obras del AVE "porque las empresas no encuentran establecimientos para dar de comer, cenar y alojamiento". Aseguran además que, en algunos casos, se han habilitado pensiones para acoger a personas, "pero lo hacen a puerta cerrada".

Titulares de la hostelería de O Pereiro han manifestado que se han puesto en contacto con la Subdelegación del Gobierno orensano para tratar de esclarecer esta situación "pero me han dicho que no está la cosa clara y que hay que analizarla". "No voy a abrir porque tengo que preservar la salud de toda la familia, y porque si vuelvo a la actividad de repartir tapper o alimentos puedo quedar fuera de la posible batería de ayudas que la Administración fije por el cierre de la hostelería" expresa uno de los hosteleros.

La Subdelegación del Gobierno, en Zamora, certifica que las obras del AVE siguen adelante y trasladan la responsabilidad del alojamiento y del alimento a las empresas contratantes de los trabajadores. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) también es consciente de esta situación y analiza la conveniencia o no de proseguir con las obras de AVE.

Es común que personal técnico y también trabajadores del AVE salven estos días la situación en oficinas y viviendas que mantienen alquiladas en diferentes poblaciones de la zona. "Hacen hasta barbacoas" expresan fuentes de Sanabria, que ven cómo se alimentan algunos grupos de trabajadores portugueses acomodados en viviendas del municipio.Ante el cierre de restaurantes los implicados en los trabajos del AVE han tenido que recurrir a las cocinas de sus alojamientos y hacerse cocineros.