La Iglesia de la provincia de Zamora toma medidas drásticas en consonancia con la emergencia sanitaria declarada en España y en el mundo por el coronavirus. Las restricciones impuestas que han llevado al cierre de los templos y la cancelación de las misas afecta directamente a sacramentos como el bautismo, primeras comuniones, confirmaciones y matrimonios. Todo ello se celebrará "a partir del momento en que las instituciones sanitarias aconsejen retomar la actividad normal para concentraciones de personas" especifica la comunicación del Obispado de Zamora.

En el caso de las defunciones, se tendrá una oración en el cementerio y la misa exequial "se celebrará cuando se retome la actividad normal en la parroquia". También se ha establecido que los fieles que deseen la confesión "se acordará con la persona el lugar y el momento de realizarlo".

En las unidades pastorales de toda la provincia se han emitido comunicados para informar a los vecinos de las nuevas medidas tomadas. Para salvaguardar el sentimiento religioso y ante la imposibilidad de poder asistir a misas presenciales, los párrocos recomiendan que se sigan las transmisiones por la televisión.

"En estos momentos tenemos que demostrar que ser buenos cristianos nos insta a ser buenos ciudadanos: cumplamos cada una de las recomendaciones de las autoridades civiles y sanitarias" expresa Héctor Galán, cura encargado de la Unidad Pastoral de Almeida de Sayago.