Artur Nunes, presidente de la Cámara Municipal de Miranda do Douro, es un decidido defensor de la cooperación "real y a todos los niveles" como una herramienta para el impulso de los territorios rayanos. Apuesta por un "nuevo enfoque" para dar respuesta al gran desafío de la despoblación.

-Sostiene que la realidad actual, marcada por un declive demográfico que afecta a todos los aspectos de la vida, necesita de propuestas nuevas.

-Hay que enfocar de otra manera los problemas porque desde hace muchos años intentamos un conjunto de soluciones que nos han llevado a la situación actual. Por eso hay que mirar desde otra perspectiva y si encontramos otro enfoque veremos soluciones distintas para unos problemas que se arrastran desde hace años.

-Una de esas soluciones, defiende, pasa por la cooperación en una "Raya" cada vez más imaginaria.

-El tema de cooperación está de moda, pero la búsqueda de soluciones no solo parte de las administraciones centrales y regionales, también de las locales. Qué podemos hacer para que las administraciones centrales tengan otra visión de lo que nosotros queremos o de los problemas que tenemos. En ese sentido este tipo de trabajos y jornadas (como las de Bermillo y Miranda) tratan de destapar los principales problemas de este territorio, sobre todo la despoblación.

-¿Qué debilidades que entorpecen el desarrollo?

-En primer lugar destaca la necesidad de estar conectado a Internet en buenas condiciones. Nosotros, de acuerdo con el compromiso del gobierno portugués, tendremos banda ancha en todos los pueblos, hasta el más pequeñito, antes de 2023. Internet es una garantía de futuro. Condiciona el movimiento de las personas, por la necesidad de estar permanentemente informados, de las empresas o de los jóvenes, que tampoco pueden vivir sin ello. Cuando vienen al pueblo en periodos de verano o de vacaciones, o cuando se ponen a trabajar, necesitan estar en las redes sociales, lo que más les fastidia es no tener cobertura y te arriesgas a que se marchen. Internet ahora mismo casi se define como vida. Hay que empezar por encontrar soluciones para eso.

-Ustedes ya las han encontrado mientras en Zamora todavía se está batallando.

-Hubo distintas opciones desde Europa, como la red Wifi4EU de alta velocidad. No hablamos de algo súper puntero pero sí de cobertura de Internet básica que permita estar conectado en unas condiciones dignas. La instalación de empresas también necesita Internet, no podemos pretender que vengan a asentarse a Miranda o a Bermillo si no garantizamos una banda ancha para trabajar. Influye en todo. Visitas, turismo, información...

-¿Cómo repercuten esas carencias en este territorio?

-Es inconcebible pensar que en el siglo XXI la gente pueda moverse sin información, pero ocurre. Por ejemplo, si quiero saber cuándo pasa un autobús por un pueblo, yo no lo se. La gente de los pueblos no sabe lo básico; qué horario hay, cuánto cuesta. Puedo estar en Zamora y me quiero ir a Bermillo, cómo. En Madrid tengo toda la información del mundo, miro Internet para desplazarme a Sayago un fin de semana y no tengo información o llego allí y no puedo conectarme con el mundo. Esto no puede ser. Y lo mismo si hablamos de temas culturales.

-Mal se pueden vender así las bondades de un territorio.

-La información es una fórmula para que la gente sencillamente pueda tomar decisiones. Puedes pensar que los Arribes es algo único, muy bonito, pero con el "boca a boca" solo no se llega.

-¿Ese nuevo enfoque del que habla también afecta a los servicios básicos?

-Desde luego. Por ejemplo, en tema de salud antes un centro sanitario estaba abierto 24 horas al día, con un médico, enfermero, auxiliares. Esto tiene un coste de funcionamiento. Por qué no poner un servicio de atención al paciente en su casa, que un enfermero te haga la primera evaluación, como en los centros de salud, y vea la necesidad de esa persona. La organización de servicios públicos tiene que tener otra visión porque no puede ser evaluado de la misma manera lo que se hace ahora respecto a lo de hace 20 años.

-Explíquese.

-En Portugal lo que estamos haciendo es mirar con otra perspectiva a los problemas y montar servicios y administraciones públicas que sirvan al ciudadano con calidad. Porque hoy el ciudadano es muy exigente y las administraciones públicas tienen que prepararse para este tipo de demandas y dar una visión diferente. Y que la gente vea que ha merecido la pena el cambio.

-El ciudadano pide calidad del servicio pero choca con unas administraciones que dicen que no pueden asumir esos costes para una población exigua.

-Lo que no puede ser es que vaya el médico a un pueblo y no pueda hacer la receta o acceder a la información del paciente porque no tiene Internet. El servicio médico de atención al ciudadano en su casa es posible optimizando este tipo de recursos. Y las consultas programadas, con el servicio de Internet, permiten saber el día que tienes que acudir al médico. Se trata de ofrecer servicios diferenciados, consultas rápidas y el cuidado de los mayores en su casa. Lo que hemos hecho es programar esa atención llevándoles a comida a casa, limpiando la vivienda la casa y solucionándoles problemas. La gente ya no quiere ir a las residencias, prefiere estar en su casa y allí recibir los servicios.

-Insisto, servicios de proximidad que requieren medios.

-Pero es factible con una buena gestión. En los transportes pasa lo mismo. Antes teníamos autobuses grandes para los pueblos, ahora estamos montando una central con el transporte a la demanda, de tal forma que no tienes que poner un autobús de 50 plazas si solo desplazas a cinco o seis personas. Todo esto está cambiando y no podemos enfocar siempre al mismo sitio, hay soluciones distintas. Las administraciones públicas tienen que estar muy atentas, sensibilizadas y adaptadas a las nuevas realidades. Tenemos poca gente, es lo que hay. Y hay que encontrar soluciones para estas personas; por pocas que sean, no podemos dejarlas abandonadas. Aunque no queramos, el despoblamiento es una realidad que afecta a toda Europa. La población está envejeciendo mucho y rejuvenecer cuesta muchos años, muchas luchas, no es una tarea fácil y no tienes la solución fácil y a la vista. Hay que programar.

-Existe la sensación de que Portugal está viendo el problema y sensibilizándose, empezar por lo más pequeño y cercano.

-Claro, porque no podemos pretender que vengan mil personas a asentarse, es imposible. Hay ejemplos de inmigración, gente de América Latina que se instalaba y después de tener la residencia se marchaba a los grandes núcleos. Eso se acabó. Hay que encontrar nuevas soluciones, que son a largo plazo porque nadie tiene la varita mágica. A nivel político nos gustaría hacer algo rápido y ponerte las medallas, pero hay que empezar por lo pequeño para conseguir algo grande. Construir soluciones de abajo a arriba. Yo estoy desarrollando un proyecto en Miranda que se llama "Enséñame tu pueblo". Es un poco desafiar a la gente, qué tiene tu pueblo y que la gente lo valore. Preguntar qué se podría hacer para convencer a una persona para que venga a vivir al pueblo. Es lo más importante. Que alguien te enseñe el pueblo, te diga las potencialidades y nosotros podamos venderlo para que vengan a vivir al pueblo. No es un punto de vista político sino un valor añadido, de cada persona. De abajo a arriba.