Corren unos momentos tan fotovoltaicos que hasta los comerciales de fincas rústicas solicitan a los propietarios de parcelas que les comuniquen si están dispuestos a cederlas en arriendo para la implantación de huertos solares, e incluso dueños de fincas al corriente de los pagos que se agrupan y ofrecen sus campos para el nuevo cultivo energético.

Es toda una constelación de empresas y sociedades limitadas y anónimas la entregada a la búsqueda terrenos a lo largo y ancho del país, y Zamora está en sus miras porque tiene suficientes campos baldíos o soleados como para reconvertirlos en una plantación de placas solares.

"No hace falta que sean extensiones de cientos de hectáreas, sirven pequeñas parcelas" precisa uno de los buscadores de suelo, residente en Madrid. Asegura que "es un buen momento para la energía renovable porque hoy día se apuesta por lo sostenible, y hay personas y municipios con campos improductivos, por el descenso de la agricultura y de la ganadería, que ven un modo de ganar una pasta y de tener unos ingresos interesantes con este recurso".

"Necesito, en alquiler o compra, parcelas superiores dos hectáreas que estén cerca de un punto de media tensión para la instalación de placas solares. Se paga hasta 1.500 euros por hectáreas" expresa el sayagués, M. F., que busca escenarios para una empresa sevillana. Otros, como el Ayuntamiento de Cobreros, pone a disposición casi 150 hectáreas, el Consistorio de Pozuelo de Tábara casi 500 hectáreas. Una explosión que arrancó tenuemente en Abezames a principios de siglo.

"Por aquí vienen y hablan con los vecinos, pero no firman documentos donde se comprometen a pagar nada si no sale adelante. Es como firmar un cheque en blanco" manifiesta el regidor J. M., de Tierra del Pan. "Por aquí llegó uno y dijo que daba 1.000 euros por hectárea, pero que no había que sacar el terreno a subasta porque entonces se partía la baraja" indica un funcionario de un pueblo de La Culebra. El hecho de que no se pague nada hasta que la planta "esté en funcionamiento" evidencia que el enganche es un portillo difícil de superar en medio de tanta solicitud.

¿Pagando 1.200 euros por hectárea qué agricultor no lo piensa?" se pregunta un promotor del autoconsumo J. L. P. "Mi madre tiene seis hectáreas de tierra de labor, y con la PAC y si tiene una buena cosecha saca 3.000 euros. Si pagan a 1.200 euros por hectárea está claro. Algo extraño hay" señala el vecino de Tierra del Vino que sigue con expectación el mundo fotovoltaico.

J. L. P. repara en algo que es un pensamiento general. "Es un fenómeno especulativo tremendo", y precisa que es la razón que llevó a la retirada del presidente de Red Eléctrica Española, Jordi Sevilla, inclinado a no facilitar altas de conexión a troche y moche. En su criterio, "lo que buscan las empresas es sacar puntos de conexión sin proyecto alguno".

A la cesión de terreno están dispuestos no solo particulares de todas las comarcas de Zamora, también ayuntamientos que ven en la energía renovable una fuente de sustanciosos ingresos vía licencias, impuestos y de puestos laborales. Una solución a la despoblación y un recurso de fijación de población.

Sin embargo, el arriendo de terrenos comunales por parte de algunos ayuntamientos de Zamora es otra cuestión que, según fuentes una Secretaría-Intervención, puede pecar de "ilegalidad" por cuanto que es preciso realizar primero una desafectación al ser de aprovechamiento vecinal y por tratarse de terrenos inalienables. "Es posible caer en ilegalidades de las que son responsables los ayuntamientos".

Llama, por otra parte, la atención la diferencia de los precios fijados por unas y otras empresas, que van desde los 900 euros a los 2.862 euros por hectáreas que aprobó, por ejemplo, el Pleno de Palacios de Sanabria para terrenos de Otero de Sanabria.

Gestores municipales que hacen cuentas y multiplican la cantidad por el número de años de la concesión, que puede llegar a los cincuenta, cifran en muchos miles de euros los que se pueden ganar o perder conforme al contrato. También reparan en la repercusión de las bonificaciones que se hacen a las empresas para ganarse el asentamiento. Unos optan por apostar fuerte para afianzar la instalación y ganar vida para el municipio, y otros tratan de mantener el nivel de impuestos para no hacer discriminaciones.

"Lo que no esté aprobado no saldrá adelante en los próximos diez años" expresan fuentes del sector de las energías fotovoltaicas, de Zamora, con instalaciones ya funcionamiento. Es el quid de la cuestión: la conexión.

Es de tener en cuenta que, por normativa, fueron separadas la generación, de la distribución y la comercialización para evitar oligopolios y malas prácticas, y que los puntos de conexión dependen de las grandes eléctricas operativas en cada zona (Iberdrola, Endesa, Unión Fenosa en Zamora.) Fuentes del sector ponen de relieve que "hay solicitado en España tres veces más de potencia de la que el país consumirá en el año 2030, y que las comercializadoras de electricidad no tiran piedras contra su tejado, de forma que si se inunda el mercado con lo renovable bajará el precio, y, por cuestión de precios, cerraríamos el resto de tecnologías" (térmica y nuclear), todavía operativas". Por estos intereses hay quien reconoce que las grandes compañías están "detrás de algunas empresas que buscan el asentamiento". Otras veces son fondos de inversión que miran la energía verde como un yacimiento de negocio atractivo.