Puebla de Sanabria, Galende y Rionegro del Puente acogieron este fin de semana actos de diferente naturaleza para celebrar el día Internacional de la Mujer. En todos ellos la afluencia fue importante y en un medio rural donde la visibilidad de la mujer no ha sido tan reconocida.

La asociación de mujeres Kurunda y el Ayuntamiento de Rionegro del Puente contribuyeron ayer con "un granito" a visibilizar a la mujer rural. Cerca de 30 personas asistieron a la presentación de esta jornada. Isabel Álvarez agradeció desde la asociación la participación "en todos los actos pequeñitos del día a día, y a vosotros porque sería como dar voces en el desierto". El grupo de participantes contó con una representación de mujeres y hombres de todas las edades, desde el más pequeño, de año y medio, o la más joven del municipio, de 15 años, y también mayores.

Tras la breve presentación del alcalde, José Antonio Colino, para apoyar desde el Ayuntamiento este acto, intervino la concejala Conchi Romero quien recordó que "feminismo" no equivale a estar en contra del "machismo" sino que es conseguir los mismos derechos para la mujer. Recordó los hechos del 8 de marzo que dieron relevancia a los derechos laborales de la mujer. La concejala aseguró que llegará "el día en que soy de la generación de la igualdad". Señaló las diferencias que aún persisten en el aspecto laboral. "Trabajan menos y hasta sin contrato" dijo. Denunció también la violencia contra la mujer.

A lo largo de la mañana intervinieron dos ejemplos de mujeres empoderadas. Nieves Castaño y Julia Martínez. Nieves Castaño, afincada en Calzadilla de Tera, comenzó en 2015 su trabajo como monitora de yoga, precisamente en Rionegro del Puente, cumpliendo un sueño "siempre quise dedicarme a dar clases de yoga". Una serie de "desgracias" se convirtieron en "oportunidades" y "quedarme aquí". Instó a las mujeres a ponerse en valor y crecer "empecé en Rionegro, con ellos, sigo con ellos y he podido ir aumentando". Además de monitora de yoga, convirtió su casa en un alojamiento rural "me da para vivir tranquilamente". Recomendó "no tener miedo de hacer lo que quieres" plantearse un pequeño negocio e intentarlo para que, tras el paso de los años "no quedarte con la duda de qué hubiera pasado si lo hubiera intentando". Ser emprendedora es "ponerte en valor, intentarlo y hasta equivocarte". Señaló el papel de la mujer "somos creadoras de vida, las madres de la tierra" y apeló a la educación "de los jóvenes para que se respeten".

Cuando Julia Martínez reconoció que "se han conseguido muchas cosas". Puso como ejemplo el día que quiso sacarse el carné de conducir "tenía 18 años y tenía que pedir permiso a mi padre". "Éramos dos mujeres, en toda la provincia, las que se nos presentamos". Las jóvenes tenían que hacer el Servicio Social "un poco para compensar el servicio militar de los hombres. Estábamos tres meses en un asilo". Las mujeres de su edad "sí podíamos trabajar". Por su experiencia recomendó "pedir ayuda a quien realmente te la pueda prestar" y "ser fuerte de cara a los demás".

Tras regresar a casa, después de salir de una situación de malos tratos asumió la responsabilidad de la empresa familiar, donde además de la gestión y buscar financiación, ser decidida, no le quedó nada por hacer en la empresa "hasta descargar con el toro y pararle los pies a alguno". En su caso llegó a tener entre 13 y 15 trabajadores, y procuró dar empleo a las mujeres, que representaron hasta 95% de la empresa. Animó a todas las mujeres a tener una absoluta independencia económica, que muchas veces impide salir de la violencia machista.

Ahora hay mucho apoyo para los casos de violencia machista "pero es muy difícil" cuando una mujer está en esa situación "porque es de puertas para adentro". En su caso fue una cuestión de romper totalmente el vínculo y salir adelante con una hija. Para salir de esas situaciones es fundamental la independencia económica.

A lo largo de la mañana se proyectaron varios cortometrajes de campañas por la igualdad, presentados por Patricia Iglesias, donde señaló el techo de cristal y la desigualdad de las mujeres en su carrera profesional, por las cargas familiares que asume, frente al hombre. La lucha de las abuelas por los derechos de las futuras mujeres. Tras la proyección se entabló un debate entre todos los participantes.

Varios actos del día de la Mujer se adelantaron al sábado, como el monólogo protagonizado por los humoristas Alberto Basas y Laura Asensio con "Calvo de Arriba... teñida por vocación", organizado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Puebla, que llenó el salón de actos". El espectáculo sirvió para evidenciar los arquetipos entre hombres y mujeres vistos desde el espejo del humor.

Cerca de 60 mujeres de diferentes pueblos de la comarca se reunieron en una cena multitudinaria en Galende, en el restaurante El Ruso. Un encuentro que comenzaron a organizar hace unos años las mujeres de Ribadelago y San Martín de Castañeda y que cada vez ha ido sumando a más participantes.