Ligada al mundo de la ganadería familiar, desde niña, Rosa González Chimeno regenta una explotación familiar de ovino en Santa Colomba de Sanabria, junto a su marido y son padres de tres hijos. Ha sido la ganadora del premio TalentA al emprendimiento rural, que recogió esta semana en Sevilla, promovido por Corteva Agriscente y la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, como reconocimiento a su proyecto "Pastando con lobos". Como ganadora de este premio comparte los méritos con su pareja, ya que la explotación de un millar de ovejas es atendida por los dos.

- ¿Qué significa este premio?

-Este premio es un empujón bueno para la marca "Pastando con lobos". A ver si tira para adelante porque hemos invertido un dinero en ella y estábamos un poco estancados. La marca se creó en 2018 y se creó porque el precio de los lechazos no está bien y queremos que se comercialice a un precio razonable, puesto que lo están pagando al mismo precio que hace 40 años. Ahora la marca está parada, se está comercializando el producto. La marca "Pastando con lobos" queremos comercializara con la ayuda de CortevA, sacar nuestros productos con nuestro nombre propio.

- ¿Y dónde se está vendiendo ?

-Ahora vendemos los lechazos en las ferias de Villalpando, en Medina del Campo, aunque sobre todo en Villalpando. La mayoría de nuestros corderos siempre van al mismo tratante, al matadero de Villalón de Campos van la mayoría. De Villalón de Campos, mandan nuestros corderos a la "Boutique del Lechal" en Madrid.

- Los precios están por los suelos con las importaciones.

- ¿Por qué tenemos los precios bajos? Porque lo que viene de fuera, que se está etiquetando como si fuera de aquí, y no es de aquí. Un control. El lechazo se está pagando a 35 ó 40 euros. Ni a mis padres se lo pagaban a ese precio.

- Hoy es el Día de la Mujer, ¿qué significa para usted?

-Es un día más como otro cualquiera. Hago lo mismo que un día normal, no hago nada especial. Las cargas familiares y laborales son las mismas para mí que otro día cualquiera. Es bueno que se conmemore un día así. Hemos conseguido mucho y queda mucho por conseguir.

-¿ La mujer rural es uno de los colectivos más desfavorecidos?

-Sí, porque no nos dan el valor que deberíamos tener. Nos falta de todo, no tenemos de nada. Te tienes que desplazar tú para todos los lados con los niños y con todo. Un ejemplo, el trasporte. No tienes facilidades para que los niños vayan solos a Puebla, por ejemplo.

- ¿Cómo organiza su día a día?

- Mi día a día es levantarme por la mañana, cuando tienen colegio los niños, llevarlos al autocar, ir a la nave a dar de comer al ganado. Vuelves y haces lo de casa, te vuelves a la nave y así todo el día, hasta que acabe la jornada.

-Un matrimonio joven, con tres niños y al frente de la explotación ¿lo llevan bien?

-Es un poco difícil pero lo llevamos bien. Es cuestión de organizarse. Desde que tenemos la explotación no tenemos ningún de descanso pero sí tienes que ir a algún sitio, te levantas más pronto haces todo y te vas. Es eso, organización. Y muy sacrificado, porque no puedes decir un día que cierras un día, te vas y no atiendes al ganado. No. Tú atiendes al ganado y luego irte.

- ¿Y cuándo surge un imprevisto?

-Pues tiramos de la familia, que son los que están más cerca. Nos echan una mano porque están más cerca, pero si es algo que tenemos previsto lo dejamos todo preparado. Normalmente lo dejamos hecho, aunque casi siempre se queda alguno o Alberto o yo. No es decir que nos vamos los dos. Con los niños también echan una mano los dos abuelos.

- ¿Y le ayuda su marido en las cargas familiares?

-Un poco, lo que puede. Lo de la casa lo llevo yo todo. La compra, él. Si tiene que ir a comprar le digo lo que tiene que comprar y no hay problema. Es de lo poco que prefiero que haga él mientras hago el trabajo de casa.