Los concejales Eusebio Silva Vaquero (PSOE) y Faustino Gallego Rodríguez (Ciudadanos), reclaman al Ayuntamiento de Villardeciervos el cambio de ubicación del "carril bici", proyectado por el camino del "Alambrao" hasta la playa fluvial de Villardeciervos, y con un coste de entre 70.000 y 80.000 euros. Los dos grupos municipales en la oposición coinciden en que es más idóneo construir el carril bici por el Camino de las Eras, de unos dos kilómetros, aproximadamente. Para los concejales es más factible aprovechar el trazado del actual camino asfaltado desde la zona deportiva de las Eras hasta la playa fluvial, ya que hay terreno bien para hacer una ampliación con un carril bici o bien hacer uno paralelo a esta carretera.

Señalan que "por lógica" quien más va a usar el carril bici son los niños y jóvenes que usan en verano la zona deportiva y que, para ellos es más fácil salir directamente desde el casco urbano del pueblo por esta carretera hasta la playa, primando la seguridad. Este es el itinerario que usan los ciclistas y aficionados de la bici para llegar desde el pueblo a la zona de recreativa de la playa.

En verano, el movimiento de vehículos es más peligroso a la hora de salida de la playa, coincidiendo en la carretera de las Eras ciclistas y automovilistas, un problema que soluciona con un carril bici, como proponen los concejales de la oposición. Hay un pequeño tramo de fincas particulares que se puede sortear variando la situación del camino para las bicicletas.

El trazado del carril bici por el "Alambrado" es más "peligroso" porque hay que cruzar el casco urbano, desde las Eras, circular un tramo por la carretera dirección a Cional, entrar por el camino del cementerio a tomar la vía, ahora usada como zona de paseo. En este caso, el trazado no llega a tres kilómetros. El "Alambrado" era un camino que discurría por fincas particulares y quiñonadas donde se repartían las suertes de tierra, hasta el arroyo Valdalla.

A comienzos del siglo XX, el filántropo y natural de la villa, Rafael Romero compró primero una finca que cerró con alambre, de ahí el nombre del camino del "Alambrao", y posteriormente compró a los propietarios de las fincas la servidumbre de paso y los terrenos necesarios para acceder hasta un molino. El camino pasó entonces a uso de todo el pueblo.