"El alarmismo social es el peor virus contra el que podemos luchar". La reflexión de la villalpandina Nuria Alejos Fernández en su perfil de Facebook pretende poner un poco de "sentido común" a la alarma desatada por la incidencia del coronavirus.

Esta joven estudiante de Magisterio está viviendo en primera persona los acontecimientos en el país transalpino ante la incidencia de la enfermedad en el norte de Italia, donde reside desde el pasado mes de septiembre. "Estoy a una hora de la zona cero del coronavirus y todo es mucho más tranquilo de lo que se está transmitiendo" cuenta desde el aeropuerto de Viena, hasta donde ha viajado aprovechando la suspensión de las clases, esta semana, en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Brescia donde estudia.

Es una medida más -preventiva- de las tomadas en las regiones norteñas de Lombardía y Véneto, en el norte de Italia, donde el coronavirus se ha manifestado con mayor virulencia. Las vacaciones de carnaval las ha pasado junto a su familia de Villalpando, sus padres, sus dos hermanos y su abuela, a quienes sorprendió en Milán la "explosión" del foco y, ya de vuelta al pueblo, no han podido evitar ciertas suspicacias por el temor al contagio.

Para cortar de raíz estos miedos, la familia villalpandina se puso en contacto con Sanidad, desde donde les informaron que en ausencia de síntomas no es necesario tomar medidas. Pero ellos han decidido quedarse en casa recluidos "unos días" voluntariamente en prevención de una alarma social innecesaria y para mayor tranquilidad.

Una reacción que no ha pasado por alto desde Italia la propia Nuria, quien lamenta los "comentarios de todo tipo" surgidos, a pesar de que ningún miembro de la familia ha manifestado sintomatología alguna. "En todo momento hemos seguido los consejos de la OMS (Organización Mundial de la Salud)" precisa la estudiante villalpandina. "Lo que estoy escuchando estos días me parece increíble, información exagerada, sacada de contexto. Algunos medios de comunicación y las redes sociales están haciendo bastante daño; es lamentable".

Cuenta esta estudiante de Erasmus que, pasado el susto del fin de semana, "cuando los supermercados se quedaron casi desabastecidos porque la gente se alarmó bastante, luego todo se ha ido normalizando. Ves a algunas personas con mascarillas por la calle y al igual que en España las mascarillas se han agotado. Las misas se han suspendido porque en templos grandes como la Catedral de Milán se junta mucha gente y están evitando las aglomeraciones".

También las clases se han suspendido durante una semana "y de momento no sabemos si se va a prolongar más tiempo, han dicho que nos mandarán un correo electrónico para informarnos de lo que pase la próxima semana". A diferencia de otros estudiantes, Nuria no se ha planteado volver a Zamora. "Esperemos que esto se vaya tranquilizando, la gente sale por las calles, los supermercados están repletos de comida, el transporte funciona con normalidad, se ve ambiente en las cafeterías. No saquemos las cosas de quicio" reflexiona la joven villalpandina.

Lo que lamenta Nuria es que el coronavirus haya chafado algo las ansiadas vacaciones con la familia. Sus padres, hermanos y la abuela llegaron el pasado viernes y volvieron el miércoles, cuando la alarma ya estaba disparada en Italia, y también en España. Rosana, la madre de Nuria, cuenta que al llegar a Italia, en el aeropuerto les tomaron la temperatura, no así de vuelta a España y mucho menos en Barajas.

La aparición del coronavirus trastocó el plan de ir a Venecia, donde se suspendió el carnaval. No así las visitas a Milán o Verona, donde la familia pudo disfrutar del desfile con total normalidad, cuenta Rosana desde su casa en Villalpando y a la espera de que se tranquilice la situación.

De momento Nuria Alejos Fernández mantiene sus planes de terminar el curso en Italia confiada en que la epidemia se controle. "Si leéis las estadísticas os daréis cuenta de que en Europa solo hay un 0,2% de mortalidad, y que en la mayoría de los casos se están recuperando favorablemente" intenta tranquilizar la futura maestra.

"¿De verdad creéis que si las cosas estuvieran tan mal me iban a dejar quedarme aquí en Lombardía?" se pregunta la joven. Mientras, como todo el mundo, Nuria sigue pendiente de las noticias que informan permanentemente de las últimas novedades. Ayer la Organización Mundial de la Salud elevaba la amenaza global de la epidemia del coronavirus debido a su rápida extensión. Pero a la vez se advertía de que se está a tiempo de contener la propagación de la enfermedad si se logra romper la cadena de transmisión. En Italia ya han fallecido 21 contagiados por coronavirus.