El entierro de la sardina remató ayer en varios pueblos de la provincia unos festejos de carnaval marcados por la participación de colectivos, la creatividad en los disfraces, la vistosidad de los desfiles por las calles y plazas y el seguimiento del público de los espectáculos.

Puebla de Sanabria, Villalpando, Villaralbo, Fermoselle, Villanueva de Valrojo y Fuentesaúco fueron, entre otros, pueblos donde los carnavales se vivieron con alegría y euforia. El entierro de la sardina animó ayer tarde la atmósfera de Puebla, con el seguimiento de la gente de un acto que culminó como es habitual con festividad. Se asaron 140 kilos de sardinas. Fuentesaúco ha hecho gala estos días de una gran disposición para disfrutar del carnaval sin limitaciones. Fermoselle también ha gozado en toda su medida.

Villaralbo volvió a hacer gala de su humor e imaginación durante el Carnaval. Monjas de la marihuana, rodillos lavacoches, CDR e incluso los protagonistas de 'La isla de las tentaciones' se han dado cita durante estos días en la popular localidad de Tierra del Vino, afamada también por la originalidad de sus disfraces. La fiesta comenzó el pasado sábado con el estreno de la fiesta del pijama, iniciativa propuesta por los propios habitantes y financiada con el dinero destinado en años anteriores a los premios, eliminados este año para dejar a un lado la competitividad. A la novedosa propuesta respondieron decenas de vecinos

El lunes fue el turno para los más pequeños, protagonistas de un taller de máscaras y un baile infantil amenizado con distintos juegos . Villaralbo despidió ayer las fiestas de Carnaval con el tradicional entierro de la sardina en la plaza del Ayuntamiento. Desde allí partió el cortejo fúnebre hasta el parque de la discoteca, donde se servirá una sardinada para despedir con buen sabor de boca un nuevo Carnaval cargado de ingenio y creatividad.