Toda la población alistana ha formado un frente común para evitar la extinción de una de las tradiciones más ancestrales de los pueblos, el "Antruejo", que antaño tenía lugar cada Martes de Carnaval y ahora, con una despoblación galopante, se agarra también al fin de semana anterior al "Miércoles de Ceniza" y al posterior ya en plena Cuaresma para que los rituales y costumbres comunales se mantengan. Antaño los preparativos y la celebración abarcaban los tres días de "Carnestolendas", domingo, lunes y martes antes del miércoles de ceniza, como paso a los cuarenta días de Cuaresma.

El "Concejo" era uno de los protagonistas del Antruejo al que llamaba el alcalde pedáneo tocando la campana. Juntos los vecinos (cabezas de familia) se procedía al ritual de "echar las Aguas". Hacia los ríos Manzanas, Aliste, Frío, Cebal, Espinoso y Mena, y arroyos iban con picos, palas y azadas y mientras unos limpiaban las caliendas, otros arrancaban las zarzas y otros cerraban las "zudas".

Finalizaba la manaña con la echada de las aguas que comenzaban a regar las praderas para que llegando finales de la primavera y verano hubiera hierba para la "vacada" del pueblo que cada día cuidaban a "la roda" cinco vecinos. Hay que tener en cuenta que en cada pueblo no había menos de cien familias y cada una tía una media de cuatro vacas con lo cual se juntaban no menos de 400 cabezas. A día de hoy hay más de 30 pueblos donde ya no queda ni una sola vaca. Había pueblos que incluso contrataban vaquero y revecero. De regreso al pueblo tenía y tiene lugar "la vonvidada" donde los vecinos eran agasajados con escabeche, aceitunas, pan y vino. Los gastos se sufragaban y sufragan con la venta en subasta de algún árbol, según que pueblos, desde chopos a alisosos, robles o fresnos.

El "Día del Antruejo" es el día de la "Entrada de Vecino", por lo cual se entiende que una familia (Casa Abierta) entra a formar parte de la comunidad asumiendo los deberes y derechos. La cuota, única y a pagar una sola vez, es un cántaro de vino o una lata de escabeche. Cuando son varios se reparten, unos pagan una cosa y otros la otra.

Hoy cada ciudadano tiene los mismo derechos y deberes. Antaño cada vecino tenía derecho a un "Campo de Trilla" en la era y llegado el otoño e invierno a un carro de jaras, otro de urdes y otro de piornos. En las posguerra, la superpoblación rural llevó a arar hasta las tierras de barranca, la leña escaseaba y había que racionarla. Se dieron casos como Cerezal de Aliste donde llegó a ser necesario acudir los vecinos a Flores, Valer y Tolilla a buscar plantas de jara, piorno y escoba para volver a repoblar al llegar a agotarse a causa de su arranque y labrado.

Alcañices fue el encargado de despedir ayer los carnavales alistanos con el tradicional entierro de la sardina y la posterior degustación de escabeche. Cada pueblo alistano hace lo imposible por mantener viva la tradición del antruejo y la falta la convidada para todo el pueblo. Las personas de la tercera edad mantienen viva la llama : el problema es que en muchos pueblos no hay ya ni un solo niño para tomar el testigo.

En Tola se mantiene la tradición de recorrer el pueblo y con los donativos de huevos, harina, pan, aceite y azúcar que dan los vecinos se elaboraron las torrijas que degustaron en armonía y convivencia todas las familias de la localidad para terminar con el chocolate.

Uno de los grandes atractivos, hoy ya prácticamente extinguido, era el "Antruejo Infantil". Una mascarada integrada por el "Diablo", "Filandorra", "Huevero" y "Gitano" que recorría todo el pueblo pidiendo de casa en casa la "Parte". Cada familia aportaba lo que podía. El Martes de Carnaval tenía el atractivo del baile. Donde no había gaitero, dulzainero o tamborilero se marcaba el ritmo a viva voz y tocando la propia lata del escabeche o pimentón.

La Cuaresma cobra una vital importancia en pueblos como Bercianos: hoy con el Miércoles de Ceniza comienza la cuenta atrás, hacia la Semana Santa y su "Carrera" de las Capas Pardas de Honras y Respeto del Jueves Santo y "El Santo Entierro de Cristo" de Viernes Santo. El "Concejo de Antruejo" se ha retrasado al sábado con vistas a la participación de quienes viven fuera. Lo vecinos procederán al decoro y limpieza del pueblo con vistas a la Pasión de Cristo.