La llegada de la brigada de desinfección del coronavirus vació la plaza de la Iglesia de Villanueva de Valrojo, en una tarde de comedias y carreras de los Carnavales. El coronavirus hizo alusión a los temas de actualidad en el Domingo Gordo de Carnaval en la tierra villandurga, al igual que la protesta del gremio agrario reclamando "En nuestro pueblo no tenemos los mismos servicios que en las grandes ciudades", "precios justos para el campo", con tirón de orejas: "La Junta de Castilla y León, con tantos decretos nos quieren echar de los pueblos".

La plaza congregó vecinos, visitantes, espectadores, peñas y paparazis, en uno de los días más concurridos en Villanueva. Y entre los vestidos de paisano mucho disfraz de cuento de Blancanieves, de ogros, de familia de diablos o los personajes del circo, y un singular gremio eléctrico con mucho enchufe. Arlequines, payasos, ángeles, princesas completaron el colorido de la plaza. Pablo Iglesias y Echenique reinaron en la calle, en medio de un nutrido gallinero que sacó el corral a la calle. Se echaron en falta las filluelas. Trajes carballeses, mantones de ramo y gaitas con tambor y dulzaina colorearon el baile de la tarde.

Espectadores de excepción en la plaza, en el banco de la torre: Concepción Ferrero Ferreras, Ángel Santos Baladrón, Flora Baladrón y Dominica Rodríguez Vázquez. Ángel Santos se marca un baile en la plaza. A sus 74 años vive y ha vivido los carnavales "era el primero a correr con traje y cencerros, pero no de pellizcar". No vivió la prohibición de la posguerra, pero sí oyó contar la historia de su tío Arturo Santos, que en plena prohibición corrió los carnavales con cencerros y a caballo, lo que le valió una detención. Los guardias llegó un momento en que se relajaban "y marchaban al bar, a calentarse en el brasero, mientras salían los Carnavales". Flora y Dominica recordaban que "nos divertíamos más que ahora, por la tarde salíamos todos. Ahora es todo más de noche".