La ciudad de Braganza celebraba uno de los antruejos más originales de la península al juntar en sus calles las mascaradas tradicionales de la región de Tras os Montes y de la provincia de Zamora, que fueron uno de los principales atractivos del concurrido "Festival do butelo e das casulas e carnaval dos caretos".

Como se decía antaño en tierras alistanas y trasmontanas una fiesta "de mil demonios", donde estuvieron representadas la mayor parte de las mascaradas y antruejos de uno y otro lado de la Raya propias del 26 de diciembre (San Esteban Protomártir), 1 de enero (Año Nuevo) y Domingo Gordo y Martes de Carnaval.

La comitiva zamorana estuvo formada por las mascaradas de La Obisparra de Pobladura de Aliste; El Atenazador, de San Vicente de la Cabeza; El Tafarrón, de Pozuelo de Tábara; La Filandorra, de Ferreras de Arriba; el Toro de Morales de Valverde y el Zangarrón de Montamarta.

La concentración tuvo lugar en la plaza Cavaleiro Ferreira a las 16.30 horas desde donde comenzó un espectacular desfile hasta el castillo, donde tenía lugar la "quema del diablo".

Una de las mascaradas con más personajes que se dieron cita en Braganza fue "La Obisparra" de Pobladura de Aliste -que tras su recuperación hace varios años ahora se celebra ahora mediados del mes de agosto-, en la cual destacó la presencia de la música tradicional de gaita de fole alistana con el gaitero y la tamborilera luciendo la ancestral y colorida indumentaria tradicional de la comarca de Aliste.

La capa parda también estuvo presente portada por uno de los integrantes de El Atenazador de San Vicente de la Cabeza, donde las carochas y las aterradoras tenazas de escalera volvieron a cautivar la atención del público, como ya hicieron el fin de semana anterior en Cantabria. Junto con la cernada esparcida a diestro y siniestro.

El Tafarrón y su llamativo traje y la Madama de Pozuelo de Tábara cobraron vida gracias a dos mujeres, acompañadas por varios vecinos de mas edad que dieron vida a los alcaldes y mayordomos, ataviados con capa castellana, portando incluso el tradicional "bollo maimón" que normalmente portaría una moza del pueblo en la procesión de san Esteban Protomártir, el26 de diciembre, y que luego forma parte de la ofrenda en la iglesia de san Juan Bautista.

Dignas de destacar fueron así mismo las carreras y los rituales propios de la zona de La Carballeda y la Sierra de la Culebra con La Filandora de Ferreras de Arriba y cómo no desde la Tierra del Pan la magia siempre cautivante del Zangarrón de Montamarta, que en esta ocasión cobró vida a través de un grupo de niños portugueses que participó en el desfile acompañados de Cáritas Diocesana de Braganza-Miranda.

También estuvo representada la zona de Los Valles gracias a un nutrido grupo de vecinos de Morales de Valverde que participaron dándole vida a los diferentes personajes: Toro, Torero, Gordo, Flaco Señorito y los Birrias, una tradición recuperada hace varios años y que tratan de que no vuelva a perderse y a caer en el olvido.

En cuanto a los mascarados portugueses llamaba la atención a los españoles y muy concretamente a muchos de los alistanos los "caretos" y su peculiar y colorida indumentaria, pues esta está elaborada con las antiguas "colchas de ceremonia nupcial", una prenda de cama habitual antaño en la comarca de Aliste y en la región de Tras os Montes, donde, mientras el "día de la boda" el mozo estrenaba su capa parda alistana de honras y respeto hecha o donada por su madre para ir a la iglesia y dar el sí quiero, la colcha de ceremonia era elaborada o regalada a la novia por su propia madre y se estrenaba la "noche de vasamiento" tras culminar los rituales del "Baile de la Medida" donde los padrinos, padres y novios convidaban a todo el pueblo.

El carnaval de caretos de Braganza, con participación de mascaradas de España y Portugal, se ha convertido ya en todo un clásico para los zamoranos y los trasmontanos que convierten sus rituales en un gran atractivo cultural y turístico que atrae a cientos de curiosos y estudiosos para conocer y disfrutar de una tradición que se pierde en la noche de los tiempos.

La jornada carnavalesca se cerraba en el "Largo do Castelo" con las tasquinhas donde degustar los manjares de la tierra y un concierto del catante Sebastiao Antunes & Quadrilha. Por la mañana tenía lugar la demostración y degustación gastronómica ofrecida por la chef Justa Nombre en la plaza Camoes y en el escenario de Acacio Pradinhos la representación teatral de "Un misterio no Reino Maravilloso". Los principales actos se celebraron en el castillo.