Las inusuales temperaturas primaverales calentaron ayer una animada tarde de Carnaval, que recorrió la comarca, de extremo a extremo, desde Villanueva hasta Puebla. El desfile más madrugador comenzó a las cinco de la tarde desde la Plaza Mayor de Puebla hasta el barrio de San Francisco en un ambiente festivo y colorido por la singularidad de los disfraces.

Vistosidad e imaginación en la puesta en escenas de las peñas que sacaron las mejores puntadas. Desde las colegialas de los años 20 a los gánster de época, hasta los más vistosos pavos reales, se pasearon por la Rúa y el Arrabal. No faltó imaginación para las tres vecinas de la calle de Patatín. Superhéroes, Aladdín y su lámpara, la peña del Rock repartieron gracia correspondidas por sonrisas del público que aguardó el paso de la comitiva hasta su periplo por el barrio de San Francisco.

El color y el ruido de cencerros y trallas resonaron por las calles de Villanueva de Valrojo, donde el Carnaval más tradicional salió con muchas ganas por las calles.

Un carnaval que augura continuidad por la afición de los más pequeños a seguir con el traje más llamativo de la Carballeda. A las cinco de la tarde, un numeroso grupo de todas las edades ultimaba los preparativos, el pañuelo, la careta, los cencerros, los cintos.

A la herencia cultural de padres a hijos, se suman nuevas adopciones como la familia de Raúl Rebollo Nalda, que desde Madrid viene todos los fines de semana, aunque nunca había venido en las fiestas de Carnaval. Por un amigo de la familia, este madrileño se compró casa en el pueblo y repite visita. Los pequeños de la casa Alejandro de cinco años y Gabriel de 9 se han integrado al resto de Carnavales, aguantado el recorrido que recorren por primera vez, desde el pajar hasta la plaza de la Iglesia, para completar las carreras hasta el salón de los Antruejos.

Los más pequeños se aficionan desde niños a estas fiestas, como los hermanos Manuel y Mireia Santiago Fernández, de año y medio y cuatro años respectivamente, que bajo la tutela de sus padres de Villanueva y Asturias, participan con el resto de niños. Un primer año para quitarle miedo a los cencerros y tratar de poner la máscara de Carnavales.