Con el fin de evitar posibles daños y antes los constantes desprendimientos de pequeños trozos de escayola de la cúpula del santuario de Rionegro del Puente, la Cofradía de los Falifos ha colocado una doble red protectora con varios puntos de anclaje. Se trata de dos redes cosidas, una más fuerte que otra, de unos 50 metros cuadrados, que protegen toda la zona bajo la cúpula.

La instalación realizada por Talleres Herma ha seguido las indicaciones de la Comisión de Patrimonio y ha estado supervisada por el arquitecto Javier Ferrero Sánchez. Esta red se coloca de forma temporal, hasta que se solucionen los problemas.

El deterioro de la cúpula es consecuencia de las humedades y del mal estado de la cubierta del Santuario. Frente a este grave problema, la Cofradía reunió hace unos meses a un grupo de historiadores y arquitectos, para buscar soluciones. Durante estos últimos meses se ha estado trabajando en un importante documento histórico sobre el Santuario, que ya está terminado y también por parte de los arquitectos se está trabajado en otro informe sobre el estado actual del santuario y las posibles soluciones.

Respecto a la cúpula, hay que recordar que es un excelente ejemplo del arte barroco, con una precisión geométrica en todas sus líneas, destacando los relieves en color de los cuatro evangelistas, situados en las cuatro esquinas de la cúpula. El Santuario de la Carballeda, a pesar de no tener una catalogación como Bien de Interés Cultural, es un ejemplo representativo y simbólico de la provincia de Zamora, y nos ofrece un compendio de todos los estilos arquitectónicos, que van desde el prerrománico y el románico hasta el barroco, pasando por el gótico.

El Santuario de la Carballeda, que comenzó siendo una pequeña ermita -lo que hoy es la sacristía antigua-, ha experimentado ampliaciones hasta en tres ocasiones a lo largo de los siglos, hasta conformar el gran templo actual.