El ganadero de Sanabria afectado por turalemia recibió el lunes la confirmación al 100% del positivo a Francisella tularensis, y cuya posible trasmisión son roedores, ratones o topillos. El afectado ni es cazador ni consumidor de carne de caza, por lo que la única vía de contagio ha sido la exposición en la propia explotación ganadera por la presencia de los roedores en las alpacas de paja o forraje.

Esta enfermedad no se trasmite entre personas, como tranquilizaba el propio enfermo, que sigue con tratamiento pero prácticamente restablecido. Al cuadro de turalemia se confirma una patología por "paperas". Los resultados, siguiendo el protocolo de actuación, confirman el genoma de Francisella tularensis en la muestra clínica.

El enfermo trasladaba su perplejidad porque con los análisis previos desde la Delegación Territorial de la Junta primero se calificaba de caso dudoso "y con los mismos análisis, la delegada Territorial, salía confirmando el caso. Además de enterarme por la prensa". Análisis posteriores realizados a la comparecencia son los que este lunes verificaban el caso de tularemia al cien por cien.

La turalemia es una patología incluida en la Red de Vigilancia Epidemiológica de Castilla y León, dentro sistema de Enfermedades de Declaración Obligatoria, dentro del Control de las Enfermedades Transmisibles de la Unión Europea.

El paciente señaló y agradeció el trabajo del personal médico y de enfermería del Centro de Salud de Puebla de Sanabria, que "gracias a la atención primaria han hecho un seguimiento de este caso ya que -al ser el primer paciente con esta patología- y no sabían de qué se trataba". Se solicitaron diferente pruebas "y no escatimaron medios ni en el centro de salud ni en urgencias de Zamora" resaltaba el afectado. "Otra cosa son los medios con los que cuentan, pero con los medios que tienen han podido hacer un diagnóstico" se explicaba el enfermo.

El seguimiento de su caso ha sido estricto porque la sintomatología era compatible con turalemia con fiebre alta, sudoración, astenia, cefalea, faringitis, tos y mialgias, que le provocaban en algunos momentos dolores musculares que "me dejaban baldado, pero "o seguí haciendo vida normal y trabajando, que era lo que extrañaba a los médicos porque es una enfermedad que no te deja levantarte de la cama".