La Asociación Zamorana para la Defensa de la Caza y de la Pesca propone, entre otras alegaciones, que la caza intensiva sobre especies de caza mayor quede prohibida en la nueva Ley de Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León. En su criterio, la caza intensiva solamente debe ceñirse a la caza menor.

Azadecap justifica esta alegación en que "una autonomía con un patrimonio cinegético extraordinario en especies cinegéticas de caza mayor no se puede plegar a la caza intensiva de especies de caza mayor que, al final, se traducen en cercones que desprestigian la caza y su mundo". Todo ello, añade, "sin entrar en problemas sanitarios, de hibridación y demás". Para la Asociación que preside Antonio José de Prada "sería un tremendo error de la Junta de Castilla y León, a la vista de las experiencias de otras autonomías".

Es de destacarse que la Sierra de la Culebra y su entorno gozan de renombre y despiertan el máximo interés cinegético, en lo referente al ciervo, por tratarse de un animal que vive en libertad y muy lejos de las gestiones de sus congéneres de otros escenarios de la península, donde campea a expensas de los propietarios y de las cebas proporcionadas, en casos, casi a semejanza de los animales domésticos. En Zamora el ciervo es uno de los reyes del bosque, que convive y sale adelante sobreponiéndose a situaciones tan comprometidas como la de esquivar al lobo.

Lo mismo sucede con el corzo, y por supuesto el lobo, que mantienen su impronta montuna al desarrollarse en plena naturaleza y por sí mismos, salvo en acotados que practican una gestión de intromisión contraproducente con la libertad que distingue a lo salvaje.

De ahí que, en lo tocante al artículo 69 del borrador de la Ley y conforme al patrimonio regional, Azadecap considere que debería quedar reflejado como "se entiende por caza intensiva la practicada, con finalidad comercial, sobre piezas de caza menor liberadas en terrenos cinegéticos con la intención de su captura inmediata o en un corto periodo de tiempo. Queda prohibida la caza intensiva sobre especies de caza mayor".

En cuento a los cerramientos, la Asociación alega sobre la no autorización de cercados cinegéticos de superficie inferior a 250 hectáreas, y pone la cifra de 1.000 hectáreas. Azadecap justifica esta puntualización en que "si por algo se caracteriza la caza en Castilla y León es por su carácter auténtico y silvestre", y añade que "la experiencia de los cercados de caza mayor en otras comunidades debería hacernos reflexionar sor qué es lo que queremos para nuestra autonomía". Precisa, además, que "Castilla-La Mancha en su nueva Ley de 2015 se ha dado cuenta y ha puesto como unidad mínima las 1.000 hectáreas".

Igualmente repara en el apartado referido a las zonas de seguridad y justifica que "deberían eliminarse las zonas de seguridad del concepto de terreno no cinegético".

Apunta que "en muchas ocasiones la práctica de la caza se puede realizar en las zonas de seguridad sin ningún impedimento". Señala que ""el espacio cinegético declarado es una unidad continua con o sin zona de seguridad, ahora bien, todas las zonas de seguridad que atraviesa el espacio cinegético forman parte del mismo, únicamente en estas zonas de seguridad la caza debería estar prohibida o limitada".

Antonio de José Prada hace referencia a que en ciertos viales puede prohibirse la caza o limitarse porque hay diferencia entre cazar con rifle o con galgo o en cetrería. "Cualquier espacio natural protegido que se grafíe incluye zonas de seguridad y las computa como tal. Sería mucho más sencillo todos los efectos incluir zonas de seguridad dentro de los espacios cinegéticos bajo las condiciones de prohibir o limitar la caza en las mismas" manifiesta.