En agosto media España mira cada año al cielo, a mediados de mes, pues muchos pueblos celebran su fiestas patronales en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Asunción y San Roque. El día 15 calor, con una máxima de 32 grados a las 4 de la tarde; y una magnífica noche para asistir a las verbenas populares pues se registraba una mínima de 11,6 grados a las 4.30 horas. Aliste despedía agosto con 31,5 grados a las 14.30 horas. En agosto solamente llovió tres días con la particularidad de que de los 28 litros registrados, veinte fueron a caer el día de San Bartolo, obligando a suspender varios de los actos programados de las fiestas patronales de pueblos como Mahide y Fornillos de Aliste.

Aliste y los alistanos vivieron en 2019 el fenómeno de los vientos "huracanados" (así los llamaban antaño) que en el mes diciembre hicieron tambalearse casas, corrales y árboles derribando varios de ellos. La racha de viento más fuerte tenía lugar el día 19 de diciembre de 2019 con 79,2 kilómetros por hora. Dos días después, el 21 de diciembre, entre las 11 y las 24 horas, se alcanzaron rachas de 75,9 kilómetros por hora. Fue este día cuando el viento derribó uno de los Quejigos (Quercus faginea), de similitudes al roble normal, más viejos e históricos de la comarca de Aliste, en Sejas de Aliste. Los agentes de Medio Ambiente de Aliste certificaron que tenía una antigüedad superior a los 300 años. Las lluvias caídas durante varios días seguidos y los vientos de SE lo derribaron.

Según los expertos tenía un perímetro de 4 metros y 30 centímetros, un diámetro de 1,45 y una copa con un radio de 5 metros. Según manifestaron los vecinos a los agentes de Medio Ambiente "En verano y bajo la sombra de su copa sesteaban hasta unas 400 ovejas o unas 150 vacas". A los pastores les gusta recordar que "bajo el se comieron muchas meriendas". El valle de "Las Llamas" de Sejas cuenta aún con centenares de robles, quejigos y encinas que generación tras generación sus vecinos han sabido conservar durante siglos, aunque, señala un octogenario: "Contra la naturaleza, los elementos y su fuerza bruta nada se puede hacer" y nada pudo hacer para sobrevivir el quejigo que aguanto más de tres siglos.