El cadáver descubierto el pasado 27 de diciembre en Pozo Muerto, a la orillas del Tera, en su desembocadura en el término de Vigo de Sanabria, continúa sin ser identificado 45 días después de su hallazgo.

El cuerpo está depositado en el Instituto Anatómico forense de Zamora a la espera de que aparezcan datos o que alguna persona lo reclame. La alerta se ha extendido a las autoridades lusas para cotejar los datos de desaparecidos en el país vecino. La Guardia Civil de Sanabria continúa con la investigación para dar con la identidad del fallecido, además de pedir la colaboración ciudadana, ya que en el momento de su localización no llevaba documentación ni objetos personales. Es un individuo de entre 65 y 80 años de edad, de 1,70 metros de altura, de pelo castaño canoso y parcialmente calvo. Vestía un pantalón vaquero de color oscuro, jersey marrón claro con camisa blanca a rayas y forro polar marrón oscuro, además de calzar botas de piel negra de media caña y del número 40.

Desde un primer momento los investigadores de la Guardia Civil, como el Informe Forense, descartaron la muerte violenta. En la tarde del 27 de diciembre, pasadas las siete de la tarde, una persona que andaba por la zona alertó del hallazgo a la Guardia Civil. Desde ese momento, los agentes de la Benemérita rastrearon las dos orillas del río buscando algún indicio de su identidad u objetos personales. Se han rastreado las denuncias de mayores por desaparición que coincidan con ésta y otras comunidades, ya que en Sanabria no se había denunciado la desaparición alguna en esas fechas. Se pidió colaboración a los Ayuntamientos por si se echaba de menos a algún varón de esta edad que viva solo, con resultados negativos También se investigó en autobuses y trenes, en esas fechas, en especial la ruta de Zamora a Ribadelago ZA- 104 por si esta persona se hubiera bajado del autobús en algún punto del trayecto dentro del Parque Natural del Lago de Sanabria.

Todos los rumores levantados sobre el caso son infundados, ni estaba cubierto con una bolsa ni llevaba las manos atadas con bridas, de hecho el cuerpo apareció en la orilla rodeado de maleza como consecuencia del arrastre de la propia corriente. Tampoco está fundamentado el rumor de que fuera un ajuste de cuentas ni que estuviera relacionado con mafias leonesas.