La presencia de ingenieros, técnicos y obreros zamoranos, o ligados empresas de Zamora, presentes en el gran proyecto hidroeléctrico que Iberdrola construye en el Alto Tâmega es tan destacada como relevante. Aportan su conocimiento, profesionalidad, tecnología y materiales en estructuras claves como son presas y túneles, y en la instalación de elementos capitales como son las piezas de las turbinas que consiguen el milagro de la luz en la gran sala de generación que es la central de Gouvães. "El corazón del complejo energético" por decirlo con la expresión del ingeniero Alberto Alonso Galán.

Los protagonistas están satisfechos de participar en una obra que supone un hito en el sistema energético del país luso y peninsular. Emplazado en la zona norte de Portugal, cuenta con el pleno respaldo del gobierno luso, comprometido con las energías renovables. El objetivo remarcado por el primer ministro Antonio Costa no es solo corresponder con el espíritu de las Cumbres del Clima y de rebajar los niveles de las emisiones contaminantes de CO2, sino también de beneficiarse del impacto en los desarrollos sostenibles y en el impulso socioeconómico de los pueblos que acogen estas grandiosas obras.

Basta señalar, para conocer el hormiguero industrial y humano que es necesario activar para lograr el milagro de la luz, con indicar, según datos aportados por Iberdrola, que se implican un total de 320 empresas, se consolidan 2,5 millones de metros cúbicos de hormigón, se construyen 13 kilómetros de túneles, otros 3,5 kilómetros de tuberías forzadas, se dispondrán 12.000 toneladas de blindajes de tuberías forzadas y, en armaduras, se emplearán 25.000 toneladas de acero.

En estos momentos trabajan 1.800 personas, de las que más de un centenar son mujeres, con la misma organización y orden que las abejas de una colmena.

El Grupo TecoZam, de Zamora, es una de las principales empresas en la subcontratación de obra civil de un complejo hidroeléctrico que, una vez finalizado, contará con una pila energética capaz de atender "a todos los móviles de la población de China", en palabras del ingeniero José María Otero . Para desarrollar su trabajo con la eficiencia requerida en un mundo de altísima competencia , TecoZam "da un servicio íntegro a los clientes, diseña, fabrica y monta todas las soluciones constructivas que se plantean como reto a la hora de afrontar los proyectos" al decir del delegado de obra de la empresa en el Alto Támega, Alberto Alonso Galán.

"Es la principal empresa de subcontrata de encofrado" indica el joven ingeniero Domingo Dos Santos, que halla tiempo para resaltar su ligazón con Zamora porque un familiar gestiona los patinetes del Lago de Sanabria, que Dos Santos conoce con detalle.

TecoZam, con 600 empleados, y que se siete orgullosa de sus gestas de ingeniería urbi et orbi, logradas a base de rigor y especialización profesional y técnica, desarrollará en el complejo hidroeléctrico de Iberdrola "más de 400.000 cúbicos de hormigón, 100.000 metros cuadros de encofrado, más de 1.100 metros de revestimiento de galería". El cuenco amortiguar de la presa de Daivões, donde el agua desembalsada disipará su poderosa energía, llevará "45.000 metros cubico de hormigón 20.000 metros cuadrados de encofrado".

Para realizar su cometido ha diseñado cinco carros que son fabricados específica y especialmente para realizar el revestimiento de galería. También la empresa zamorana exprime todo su potencial para realizar los encofrados, que exigen diseños concretos "para afrontar tipologías muy especiales", como son las que se dan en muros, cavernas y galerías de una presa y central hidroeléctrica.

Alberto Alonso indica que ""participa en los cinco proyectos en los que se divide el complejo: las presas de Gouvães, Daivões y Alto Tâmega; la central subterránea de Gouvães, que es el corazón del proyecto, y la conducción propia que conecta todo el sistema".

La obra de TecoZam en Portugal es otro hito de "encofrado, hormigón, suministro, elaboración y montaje de armadura", con miles de toneladas de acero llevado desde su centro en Los Llanos, Zamora.

Satisfecho de la gran aportación profesional está igualmente el ingeniero zamorano José Antonio Ramos. Es el director de obra de la empresa Tamoin, contratada para el montaje mecánico de turbinas generadores de la central hidroeléctrica de Gouvães y los puentes de obras. Dice estar contento "de trabajar para este proyecto , que es una experiencia muy bonita".

De su responsabidad es, entre otras, la instalación de cuatro turbinas generadores, los dos puentes grúas principales de las compuertas de aspiración, la ataguía de desagüe y la tubería auxiliar, que sirve para achicar el agua de la central hasta el río y los sistemas auxiliares asociados.

Lleva unos días inmerso en la colocación del rotor, del estátor y del rodete, que es una pieza tan bella como fundamental. "Es una pieza bastante especial, que transmite la fuerza mecánica de la turbina, mediante un eje, al generador. Es una sola pieza y se tienen que mecanizar los álabes a mano. Es bastante cara. Cada central tiene su rodete" manifiesta en medio de una concentración casi festiva de empleados congregados para arropar en el acto de presentación del complejo energético al presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, y al primer ministro luso Antonio Costa.

"Toda la distribución de turbina viene de China, y los elementos eléctricos del generador de Alemania" precisa. Son elementos de impresión. El peso del rotor es de 270 toneladas, la viga de unión de los puentes grúas se mete en las 284 toneladas aproximadamente, el rodete, que brilla como una joya y se asemeja a un platillo volante, tiene sus 12 toneladas. Ni qué decir tiene que estas mayúsculas y valiosas piezas tienen que tomar asiento de una forma "muy ajustada para que vayan equilibradas y no haya vibraciones", en un escenario donde se gira "a unas 600 revoluciones por minuto"

José Antonio Ramos subraya que "en hidráulica cada vez se utilizan más cojinetes autolubricados, y menos elementos necesitan lubricación, de ahí que el mantenimiento también se reduzca" . El rodete, que es de acero inoxidable, "durará prácticamente toda la vida".

Le acompaña el extremeño, Antonio Calle, que conoce Sayago porque en la década de 1990 le tocó "recoger piezas de la frustrada central nuclear para la central de Almazaz. Eran piezas muy grandes, todas de 200 toneladas y que necesitaban transportes especiales".

También cumple un papel fundamental en el plano sanitario Ambuibérica. El director general del grupo Ambuibérica, el benaventano José Ignacio Ferreras Quintanilla, orgulloso de que Iberdrola les diera "la posibilidad de montar todo el sistema sanitario que opera en la obra del Alto Támega". Es una labor que realiza desde el año 2016. Ambuibérica cuenta actualmente con cuatro botiquines, distribuidos en cuatro puntos de obra, dotados de médicos, enfermeros y vehículos para hacer la primera asistencia de las ambulancias, que son reguladas por el Gobierno portugués".

Pone de relieve que "en los botiquines realizamos la primera asistencia médica". Para la prestación del servicio dispone de una plantilla de 12 médicos y 32 enfermeros, más cuatro vehículos para los desplazamientos". Ambuibérica dispone de dos puestos médicos "móviles" para atender situaciones en que se realizan voladuras o trabajoso de acto riesgos. En estos ca'sos se desplaza siempre un médico y un enfermero.

A lo largo de 2019 se registraron en los cuatro botiquines 2.120 asistencia, una cifra que, desde 2016, asciende a unas 6.250 asistencias. Los principalmente traumatismos, facturas, erosiones, contusiones, accidentes laborales. Hasta la fecha no se han registrado accidentes relevantes. Es un signo más de la profesionalidad del Alto Támega.