Hoy, como cada día 2 de febrero, los pueblos alistanos celebran la Virgen de la Candelas, una fiesta donde la Iglesia y muy en particular las mujeres conmemoran el acto de purificación de la María tras el parto de Jesús y la presentación de éste en el templo. Solo un pueblo, Villarino tras la Sierra la tiene como patrona y otro, como copatrona, Rabanales, lo cual llevo a celebrar la fiesta ayer, para no coincidir con San Blas que es el patrono de la localidad.

Las mujeres de Rabanales fueron las principales protagonistas durante la misa oficiada por el párroco Teo Nieto y la procesión alrededor de la iglesia de San Salvador con la Virgen de las Candelas. La mayordomía recayó este año en Pilar Martín (José Ramos), Germán Gabella (Salvador Cruz) y Carmen Ferrero (Salvador Moral). Culminados los actos religiosos tenía lugar la subasta de las ofrendas a la Virgen. Las mujeres de Rabanales recibieron el bastón de mando de manos del alcalde del Ayuntamiento Santiago Moral.

La salida de María a la llamada "misa de parida" tenía su punto álgido en el ofertorio con el cántico que cantaban las mozas a modo de ramo haciendo mención a la pobreza de la Virgen que por ofrenda llevaba dos "Rollas" (tórtolas) y una candela (vela): "Las tórtolas son palomas / que por pobre le ofrecía, / que con ser Madre de Dios / un cordero no tenía". Cada parroquia tenía las "Candelas" (así se llamaban antes a las velas de cera) con las que se procesionaba y luego eran devueltas ya que eran propiedad de la Virgen María.

La Virgen de las Candelas era y es la fiesta de las mujeres alistanas, pues también en Aliste las madres cumplían con la costumbre de la "Salida a Misa". Una extraña costumbre que hoy sería y es inconcebible. La mujer alistana, una vez que había dado a luz, se mantenía en casa encerrada a cal y canto durante un mes, sin salir ni siquiera a la calle. Algo no exento de drama cuando se trababa del verano y la cosecha. De hecho ni acudía al bautizo de su hijo, siendo la madrina la encargada de llevar a la iglesia al niño o a la niña. Pasados los 31 días de rigor la primera salida era a misa, llevando al recién nacido en brazos "Para recibir la bendición del sacerdote y dar gracias a Dios por el alumbramiento" a la entrad del templo. Durante el ofertorio la madre se presentaba ante el altar con el niño para hacer la ofrenda con un cesta de mimbre, con una hogaza de pan casero y una candela que se mantenía encendida durante toda la misa y que quedaba para la iglesia, mientras el pan se consideraba un donativo material para el cura que era quien lo consumía.

En Sarracín de Aliste los hombres y mujeres intentan este año potenciar las fiestas de las candelas fomentando la convivencia y hermandad comunitaria con la matanza tradicional y comunitaria del cerdo que fue sacrificado ayer y hoy será degustado en convidada por todos, asado a la brasa, en la Plaza Nueva. La peculiaridad está en que, por primera vez, la misa de la Virgen de las Candelas, no va a celebrarse en la iglesia, ya que el templo parroquial de San Miguel Arcángel lleva cerrado al culto casi un año por ruina. Las obras de restauración se iniciarán en breve.

El Villarino tras la Sierra en el siglo XVIII muchos años en que no pudo celebrase la Purificación de Nuestra Señora por falta de oficiante, lo apartado del pueblos llevaba a que ningún cura español quisiera irse a vivir allí y el de San Martín del Pedroso había de llegar caminado campo a través. Los feligreses optaron por pedir ayuda al cura de Vale de Frades en Portugal hasta que tras enterase lo prohibió el Arzobispado de Compostela.

La Virgen de las Candelas trae consigo que las mujeres tomen el bastón de mando por un día según la tradición. Los tiempos han cambiado y gracias a ello la mujer rural está al frente de cargos públicos. En Aliste dos son las mujeres que ostentan actualmente el cargo de alcaldesas: Carina Nepomuceno en el Ayuntamiento de Rábano; y Vanessa Mezquita, en San Vitero.

Los pueblos anejos también tienen bastón de mando. Como alcaldesa pedánea es curioso el caso de Mari que lleva el bastón de mando en su pueblo de Figueruela de Abajo, mientras su marido es concejal en Figueruela de Arriba. En el mismo municipio María Antonia Pomeda ostenta el cargo en Flechas. Otras alcaldesas pedáneas son: María Margarita López (Ufones), Lober (Carmen Romeo), Puercas (Nuria Carbajo). San Vitero ha sido el ayuntamiento alistano que ha contado con más alcaldesas.