Marta Rodríguez Preto, de Rihonor de Castilla, no se olvidará de los 18 kilómetros que recorrió en el coche familiar por la carretera 921, desde su casa hasta el Centro de Salud de Puebla, al no poder ser evacuada en ambulancia tras sufrir graves quemaduras de segundo y tercer grado en ambos brazos. La ambulancia, Soporte Vital o UVI móvil no recibió el aviso.

El motivo no fue otro que, nuevamente, la falta de cobertura de la telefonía móvil en la reconocida Aldea Europea, que comporten Rihonor de Castilla y Rio de Onor, de Portugal. De "europea" solo tiene el nombre porque tanto la carretera como los servicios de telefonía siguen siendo de aldea.

El pasado 9 de enero, Marta Rodríguez sufrió un grave accidente doméstico cuando freía churros. Sobre las 8:03 minutos -como quedó marcado en su teléfono móvil- el aceite de la sartén saltó y alcanzó los brazos de esta vecina. Los familiares que la acompañaban en ese momento llamaron al Servicio de Emergencias 1-1-2 de Castilla y León, con tan mala suerte que la operadora que andaba en ese momento operativa por la zona era lusa.

El servicio de emergencias de Portugal contestó la llamada de auxilio pero respondió con la negativa de poder atender la urgencia fuera de su país. Las fronteras humanas en Rihonor son difusas, como la cobertura de móvil. Las barreras administrativas son de tal calibre que ni siquiera se puede atender una emergencia sanitaria. Libre circulación de mercancías, personas y capitales, incluidos medios aéreos y terrestres para incendios, en esta porción de territorio de la Unión Europea, pero estricta prohibición para ambulancias.

Marta Rodríguez señala que en otra ocasión ocurrió un caso similar con una vecina en el pueblo portugués que, en este caso, la operadora de telefonía de guardia era española. El 1-1-2 de Castilla y León atendió esa llamada comunicando que no podía prestar auxilio fuera del país. El servicio de emergencias sí dio aviso a la Guardia Civil que a su vez alertó a la policía portuguesa, GNR, que a su vez contacto con los servicios sanitarios de Braganza.

En este caso, el servicio de Emergencias de Braganza no notificó el problema para tratar de auxiliar. Sin más dilaciones y ante las graves quemaduras, los familiares cogieron el vehículo particular y fueron directos al centro de Salud. Marta dice que no olvidará del viaje porque circuló con los dos brazos literalmente "abrasados" fuera de la ventanilla para mitigar el dolor de las quemaduras. Previamente su madre le aplicó una pomada para quemaduras pero eran muy graves y el dolor era muy intenso. En los 12 kilómetros desde Rihonor al cruce de la carretera de Ungilde tampoco pudieron dar aviso al 1-1-2 por falta de cobertura, una deficiencia que se suma a una carretera calamitosa de frontera, la que reivindican desde Puebla a Braganza.

Marta Rodríguez sufre quemaduras de segundo y tercer grado en ambos brazos, ha sufrido operaciones de injerto de piel en Salamanca. La paciente tiene palabras de agradecimiento para la cirujana de Salamanca que la atendió y para el personal que, desde el centro de Salud de Puebla al Hospital Zamora, la atendieron tras este accidente. Aunque lamenta que en pueblos como Rihonor "estamos totalmente abandonados". Los familiares no descartan presentar una reclamación ante Secretaría de Estado de Avance Digital, ante lo que se puede interpretar por una denegación de auxilio en la frontera por falta de cobertura de telefonía.